Los productos amparados por las denominaciones de calidad del sector ibérico deben superar unos exhaustivos controles llevados a cabo por los Consejos Reguladores de las DOP.
En Andalucía se elaboran excelentes jamones y paletas ibéricos
amparados por dos Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) inscritas
en el Registro Comunitario de denominaciones de calidad, ‘Jamón de
Huelva’ y ‘Los Pedroches’ (Córdoba), certificaciones que garantizan al
consumidor el control de los productos que las ostentan.
Los productos amparados por estas denominaciones de calidad del
sector ibérico deben superar unos exhaustivos controles llevados a cabo
por los Consejos Reguladores de las DOP, unas tareas que comienzan con
el nacimiento del animal y abarcan la totalidad del proceso de
elaboración de estos alimentos hasta el momento de su puesta a la venta.
Los jamones y paletas protegidos por ‘Jamón de Huelva’ y ‘Los
Pedroches’ se caracterizan por su forma estilizada con corte en V, un
color que varía del rosado al rojo púrpura y un sabor poco salado. La
zona de producción y elaboración de los productos amparados por ‘Los
Pedroches’ está constituida por territorios de 32 municipios ubicados
en la provincia de Córdoba, mientras que los jamones y paletas de la
DOP ‘Jamón de Huelva’ se elaboran en 31 municipios de la Sierra de
Aracena (Huelva) con la carne procedente de cerdos criados en
localidades de las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz, Málaga,
Huelva, Badajoz y Cáceres.
El jamón ibérico es sin duda uno de los alimentos más representativos
de nuestra Comunidad y cuenta con un gran prestigio dentro y fuera de
las fronteras españolas gracias al buen hacer de los productores
andaluces y a las características diferenciales derivadas, entre otros
aspectos, de la cría de los animales en los terrenos de dehesa.
Los cerdos ibéricos que disfrutan de la fase de montanera en estos
parajes alimentándose de las bellotas que producen los alcornoques y
quejigos que lo forman contribuyen de forma activa al mantenimiento de
este singular ecosistema en cuya protección trabaja la Consejería de
Agricultura y Pesca de forma continuada como muestra, por ejemplo, la
reciente aprobación de la Ley de la Dehesa.
Los consumidores pueden acceder a información relativa a las
denominaciones de calidad de los ibéricos andaluces. La Consejería de
Agricultura y Pesca ofrece datos sobre estas menciones y los productos
que protegen en el área de industrias agroalimentarias de su página web
(www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca).
Consultar la etiqueta
Al margen de los jamones y paletas amparados por estas
Denominaciones de Origen Protegidas, el mercado andaluz de productos
ibéricos ofrece una gran variedad de productos de excelente calidad que
reflejan toda la información necesaria para conocer sus características
en la etiqueta, donde el consumidor puede consultar la categoría a la
que pertenecen los alimentos en función de la raza y la alimentación de
los animales de los que proceden.
El etiquetado muestra el tipo de producto, es decir, si es jamón,
paleta, lomo, caña de lomo, lomo embuchado o carne fresca. Este dato
debe ir acompañado de la raza del animal, que puede ser ibérico puro,
cuando ambos progenitores son cerdos ibéricos puros, o ibérico, en el
caso de que sólo uno lo sea. Además, también ofrece información
relativa a la alimentación del animal, que puede ser bellota o
terminado en montanera si durante la fase de engorde el cerdo sólo ha
consumido bellotas y pastos de dehesas, recebo si estos alimentos se
complementan con piensos, cebo de campo cuando el cerdo se alimenta a
base de pienso al aire libre, y, por último, cebo, cuando el animal
se cría a base de pienso en una instalación cerrada.
En el caso de las carnes frescas, la información relativa al
producto incluida en el etiquetado se puede reducir a la raza del
animal del que procede el producto, sin ser necesaria una mayor
especificación.
A estos datos se suma el nombre o distintivo del organismo de
control encargado de la certificación, es decir, de hacer el
seguimiento de los alimentos desde el nacimiento de los cerdos hasta la
comercialización de los productos, una referencia de vital importancia
para la confirmación de la veracidad del resto de la información
contenida en la etiqueta, ya que, de no aparecer, no existiría garantía
de la autenticidad de la raza ni la alimentación del animal del que
proceden los productos. Los Consejos Reguladores son los encargados de
las tareas de control de los productos amparados por las denominaciones
de calidad, mientras que las entidades de inspección y certificación se
ocupan del control de los alimentos acogidos a la normativa del sector
ibérico.