Al menos 180 ejemplares con riesgo potencial de haber ingerido estos compuestos cancerígenos fueron sacrificados.
Fuentes del sector agropecuario alemán reconocieron que cerca de
dos centenares de cerdos de granjas que recibieron piensos contaminados
con dioxinas han entrado en la cadena alimentaria nacional.
Según desveló la agencia de noticias local dpa, al menos 180 ejemplares
con riesgo potencial de haber ingerido estos compuestos cancerígenos
fueron sacrificados y comercializados antes del período navideño.
No obstante, no se ha confirmado que este ganado porcino hubiese
consumido piensos contaminados y que su nivel de dioxinas sobrepasase
los límites legales.
El Ejecutivo alemán, por su parte, no se ha posicionado al respecto.
El ministerio de Agricultura anunció que mañana presentará el plan de
acción contra las dioxinas que avanzó ayer, y que endurecerá los
controles a piensos y animales.
El proyecto incluirá la
exigencia de un permiso específico para la producción de piensos
animales, la separación obligatoria de las grasas para uso alimentario
y para empleo industrial, y endurecerá las penas para los infractores.
Asimismo, este plan de acción, elaborado conjuntamente por los
ministerios de Agricultura y Consumo, incluye la posibilidad de
establecer una lista a nivel europeo de productores de piensos.
Mientras tanto, arrecia la tormenta política en Alemania por este
escándalo sanitario, liderada por los principales partidos de la
oposición, que han criticado fuertemente la gestión de la crisis por
parte del ministerio de Agricultura.
Los Verdes exigieron la dimisión de la ministra del ramo, Ilse Aigner, de la
cristianodemócrata CSU, y los socialdemócratas del SPD consideraron que
la titular de Agricultura se encuentra "desbordada" por la crisis.
La CSU, socio minoritario de la coalición gobernante, defendió por su
parte a Aigner y destacó que "se ha comportado de forma completamente
correcta" en la gestión del escándalo de los piensos contaminados con
dioxinas.
Por su parte, el sector agropecuario alemán adelantó
un descenso de entre el 10 y el 20 por ciento de las ventas de
huevos, carne de ave y de cerdo.
El Gobierno de Baja Sajonia,
el estado federado más afectado, apuntó el miércoles que no descartaba
que carne de cerdo contaminada con dioxinas hubiese podido llegar a ser
comercializada, tan sólo un día después de que se detectase el primer
caso de un cerdo con niveles excesivos de este compuesto tóxico.
En la actualidad, sólo algo más de 500 granjas se encuentran clausuradas de forma preventiva.
Además del caso del cerdo contaminado, las autoridades sanitarias
alemanas han realizado 19 análisis -18 en huevos y uno en carne de una
gallina ponedora- en los que se han detectado índices de contaminación
con dioxina superiores a lo tolerado.