Según los datos sobre eficiencia energética de Cooperativas Agro-alimentarias.
El coste energético de producir una tonelada de pienso asciende a 2,59
euros, según datos del Manual sobre eficiencia energética en fábricas
de pienso, de Cooperativas Agro-alimentarias.
Este documento se
incluye dentro del "Proyecto CO2OP", presentado en Madrid, en el
que también se han elaborado manuales sobre la eficiencia energética de
almazaras de aceite de oliva, bodegas vitivinícolas y centrales
hortofrutícolas.
El técnico de la
Asociación Gallega de Cooperativas Agrarias (Agaca) Mario Fernández ha
explicado que el precio de la electricidad se ha encarecido cerca de un
30 por ciento en los últimos tres años, lo que ha hecho que muchos
productores de pienso estén trasladando este encarecimiento a las
explotaciones agrarias.
En cuanto a la eficiencia energética,
Fernández ha dibujado un sector "muy atrasado y muy atomizado", aunque
con la aplicación de medidas adecuadas se podría lograr un ahorro
energético de entre un 5 y un 20 por ciento.
De este modo, el
precio medio del producto a su salida de fábrica se sitúa en torno a
los 300 euros por tonelada de pienso, con lo que el peso consumo
energético en esta cotización se situaría en torno al 1 por ciento.
Según ha indicado el técnico de la Federación Andaluza de Empresas
Cooperativas Agrarias (Faeca) Antonio López, este mismo peso tendría la
energía en el proceso de conformación de precios del aceite durante su
paso por las almazaras.
Por contra, frente a la situación de la
producción de piensos, el sector productor oleícola tiene un margen
escaso de reducción de costes energéticos, toda vez que la mitad de
consumo proviene de la energía renovable producida por el hueso de la
aceituna.
Asimismo, las bodegas vitivinícolas también se
encuentra en un buena posición en cuanto al aprovechamiento de los
recursos energéticos, según el técnico de Cooperativas
Agro-alimentarias de Aragón José López.
Para López, las bodegas
auditadas para la elaboración del manual específico del sector se
encuentran en un buen lugar desde el punto de vista energético, y las
actuaciones de mejora difieren mucho de unas a otras.
El margen
de actuación pasaría entonces por medidas puntuales como el cambio de
bombillas incandescentes por las de bajo consumo, o por modificaciones
en el proceso de producción, como el aislamiento de tuberías o la
generación eficiente de calor.
Por su parte, la técnico de la
Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam) Ana Belén
González ha realizado el análisis de la realidad energética de las
centrales hortofrutícolas, en el que destaca la necesidad de reducir
gastos en los procesos con equipamientos de frío.
En este
sentido, la electricidad supone el 90 por ciento del consumo energético
de estos centros, mientras que el 10 por ciento restante corresponde a
combustibles.