Los arroceros sevillanos han expresado a la consejera de Agricultura que el proyecto de dragado en el río aumentará la velocidad en el caudal y elevará la salinidad.
La consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, ha manifestado su preocupación por los posibles efectos lesivos que el proyecto de
dragado en el Guadalquivir podría tener sobre ciertas actividades
agrarias y pesqueras vinculadas al río. En una reunión con
representantes de la Federación de Arroceros de Sevilla, en la que
también estuvo presente el director general de Regadíos y Estructuras
Agrarias, Gustavo Ródenas, Aguilera ha considerado "imprescindible" que
se realicen los estudios de impacto previos que sean necesarios para
aclarar si el dragado, que incidiría de forma importante sobre las
condiciones naturales del río, puede perjudicar a estas actividades.
No obstante, la consejera ha explicado a los representantes de los
arroceros que entiende el enorme interés económico y comercial que el
proyecto del dragado sobre el río puede aportar a la ciudad de Sevilla,
aunque ha matizado que el desarrollo económico no puede justificarse a
costa de afectar a la sostenibilidad de los recursos naturales.
En especial, Aguilera ha mostrado su preocupación por el riesgo que
dicha actuación sobre el río puede ocasionar en la reserva de pesca
ubicada en la desembocadura del Guadalquivir. La reserva, con una
superficie total de 404 kilómetros cuadrados y que ocupa los últimos 16
kilómetros del cauce principal del río, es la zona natural de cría y
alevinaje de las especies pesqueras con interés comercial que se
capturan en el Golfo de Cádiz. Cualquier alteración físico-química o de
sedimentación en las aguas de esa zona puede modificar gravemente las
condiciones naturales del ecosistema de la reserva y alterar los
recursos pesqueros disponibles hasta el momento en las costas próximas
a la desembocadura.
Dificultades para regar el arroz
Por su parte, los arroceros sevillanos han expresado a la consejera
de Agricultura que el proyecto de dragado en el río aumentará la
velocidad en el caudal y elevará la salinidad. Además, los productores
de arroz temen que se produzca una bajada del nivel medio de las aguas,
algo que dificultaría las captaciones de agua para riego debido a la
situación actual de las bombas elevadoras. La Consejería de Agricultura
trasladará al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM)
las inquietudes de los arroceros, así como la necesidad de estudiar el
impacto del dragado.
Además, ambas partes han valorado positivamente la repercusión de
las técnicas de producción integrada de arroz que se vienen aplicando
desde hace tres años y que han permitido una mejora sustancial en la
calidad del producto. La producción sostenible de arroz está respaldada
por la Consejería de Agricultura, que ha apoyado económicamente, entre
otras actuaciones, la contratación de 65 técnicos que asesoran a los
productores sobre las prácticas agrarias que deben llevar a cabo.