El pasado año tan sólo se registraron casos de animales enfermos en 7 de las 6.217 explotaciones de bovino sometidas al programa de erradicación.
El porcentaje de explotaciones afectadas por brucelosis ha
disminuido en un 60% en 2010 en los sectores bovino y ovino-caprino,
situándose actualmente en el 0,11% y 3,19% respectivamente. El pasado
año tan sólo se registraron casos de animales enfermos en 7 de las
6.217 explotaciones de bovino sometidas al programa de erradicación y,
por otro lado, 550 de las 15.639 incluidas en este mismo programa para
el ovino-caprino.
La repercusión de la brucelosis sobre la rentabilidad de las
explotaciones ha motivado la puesta en marcha en las últimas décadas de
numerosas actuaciones en el marco del Programa de Erradicación de la
Brucelosis que desarrollan las Agrupaciones de Defensa Sanitaria y
Ganadera (ADSG) con la colaboración del sector ganadero y la Consejería
de Agricultura y Pesca. Esta enfermedad, que está producida por una
bacteria y es infecciosa y contagiosa, afecta a los mamíferos
domésticos y es transmisible al hombre.
La reducción del número de explotaciones afectadas por esta dolencia
en Andalucía, que actualmente se encuentra cercano a la eliminación,
conlleva la disminución de los chequeos serológicos obligatorios
dirigidos a la identificación de esta dolencia. De esta forma, tan sólo
es preciso llevar a cabo un control anual en las zonas donde no se
registran actualmente casos de brucelosis en ganado bovino - 54 de las
59 comarcas de Andalucía -. Por otro lado, en el caso de las
explotaciones de ovino-caprino se reduce el número de animales que se
someten a estos chequeos en las instalaciones reconocidas oficialmente
como libres de la enfermedad.
Acciones coordinadas contra la brucelosis
Las acciones de control que se llevan a cabo en Andalucía en el
marco de los programas de sanidad animal están incluidas dentro de una
estrategia estatal de lucha contra las enfermedades que afectan al
ganado. En el caso de la brucelosis, fue entre 1976 y 1995 cuando se
llevó a cabo un plan nacional de profilaxis y lucha contra la
brucelosis bovina basado en la vacunación obligatoria y gratuita de las
hembras de reposición de entre 3 y 6 meses de edad, el diagnóstico y
sacrificio con carácter excepcional de los animales con brucelosis
clínica o latente, el control del movimiento pecuario y la
higienización y desinfección de los establos.
En cuanto a los programas de control de la brucelosis en ovino y
caprino, las actuaciones se iniciaron en España en 1976 mediante el
desarrollo de la Ley de Epizootias de 1952 donde se establecen las
medidas de profilaxis y lucha contra la brucelosis mediante la
vacunación de las hembras de reposición. En la década de los 80 las
medidas de control se centraron en las Comunidades Autónomas más
afectadas con programas de vacunación masiva, para posteriormente poner
en marcha planes de erradicación que incluían además el diagnóstico y
sacrificio de los animales afectados.