Este aditivo tecnológico, se utiliza para aumentar el rendimiento, la cantidad en la obtención del aceite, pero no es un aditivo propiamente dicho.
El
investigador del Departamento de Ingeniería Química, Ambiental y de los
Materiales de la
Universidad de Jaén, Francisco Espínola Lozano, ha presentado
en la Feria
Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines (EXPOLIVA)
una investigación sobre el uso del carbonato cálcico como coadyuvante
tecnológico en la obtención del aceite de oliva.
El
coadyuvante tecnológico, también llamado aditivo tecnológico, se utiliza para
aumentar el rendimiento, la cantidad en la obtención del aceite, pero no es un
aditivo propiamente dicho, ya que al aceite de oliva virgen extra no se le
puede añadir nada; únicamente se añade en la primera etapa de obtención del
aceite y luego es retirado, junto con otros residuos de la aceituna, como el
orujo, señaló.
Actualmente, a nivel europeo, se utiliza sólo el talco como
coadyuvante tecnológico en la obtención del aceite de oliva virgen. Sin
embargo, los investigadores de la
UJA han estudiado un nuevo coadyuvante, el carbonato cálcico,
constatando la idoneidad del mismo en el proceso y resaltando aspectos tan
importantes, como por ejemplo la excelente calidad del aceite obtenido, la
seguridad alimentaria y la mejora económica. En este sentido, se obtiene una
excelente calidad del aceite, porque permite trabajar a menor temperatura y tiempo
de batido de las pasta de aceituna. Por otro lado, el carbonato cálcico
favorece la seguridad alimentaria y laboral, y a la vez produce una mejora
económica.
Francisco
Espínola explicó algunas de las razones por las que es mejor utilizar el
carbonato cálcico que el talco, aunque tiene más o menos la misma eficacia,
incluso un poco superior, dijo. Desde el punto de vista sanitario es más
seguro, porque el talco, aunque no es
tóxico en ingestión, sí lo es por inhalación y cuando el operario lo utiliza en
la almazara, no suele utiliza mascarilla.
Asimismo,
añadió como otras ventaja su uso en las cantidades que sean necesarias y que es
más económico, porque no hay que importarlo, sino que se extrae de canteras
españolas, porque es de los compuestos más abundantes que existen en la
naturaleza, aunque para su uso tiene que tener una pureza del 99,5 por ciento,
apuntó.
El proyecto
de investigación, que lo financia la empresa Minera del Santo Ángel de Gilena
(Sevilla), de la que se extrae el carbonato cálcico, y en la actualidad se
encuentra en proceso de obtener la autorización del Ministerio de Sanidad para
su utilización como aditivo tecnológico, ya que solamente autoriza actualmente
el talco.