El proyecto Vino ecológico y corcho FSC: un brindis por la tierra, desarrollado por WWF España, tiene como objetivo demostrar que la gestión sostenible de los viñedos y los alcornocales da como fruto un producto con un valor añadido en el mercado.
El director general de
Desarrollo Sostenible del Medio Rural, Jesús Casas, ha participado,
en el Mercado de San Miguel (Madrid), en la presentación del proyecto
piloto Vino ecológico y corcho FSC: un brindis por la tierra, puesto
en marcha por WWF España cuyo objetivo es demostrar que la gestión
sostenible de los viñedos y los alcornocales da como fruto un producto
con un valor añadido en el mercado, vino ecológico tapado con corcho
FSC.
Dicho proyecto,
cofinanciado por el MARM y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo
Rural (FEADER) con 533.972 euros, en el marco de la Red Rural Nacional,
se está desarrollando en las Comunidades Autónomas de Andalucía,
Cataluña, Extremadura, Comunidad Valenciana, Islas Canarias y
Castilla-La Mancha, con la idea de servir de referente para las
empresas de todo el país y contribuir a la integración de las buenas
prácticas del viñedo y el corcho en el mercado.
Según
se ha señalado en el acto, en la actualidad ya hay 4 bodegas, 20
viticultores, 15 propietarios de alcornocales y 3 industriales de
tapones de corcho que forman parte de esta iniciativa, que convierte la
gestión sostenible del territorio en un nuevo motor para la economía y
el desarrollo rural, contribuyendo a frenar el éxodo de la población y
conservando al mismo tiempo los recursos naturales y la biodiversidad.
Concretamente,
gracias a este proyecto piloto se está fraguando dos nuevos procesos de
certificación FSC de alcornocales, en Extremadura y Cataluña, que
afectan casi a 13.000 hectáreas. España, el segundo productor mundial
de corcho, cuenta actualmente con 30.469 hectáreas de alcornocales
certificados FSC, de un total de medio millón de hectáreas.
Asimismo,
en el ámbito de la agricultura, los promotores del proyecto han puesto
en marcha buenas prácticas en más de 20 fincas para recuperar la
vegetación de las lindes, preservar el suelo de la erosión y favorecer
el control de las plagas con predadores naturales, como aves y
murciélagos. A su vez, más de 150 agricultores han participado en
actividades de formación sobre viticultura ecológica.