La propuesta de España para introducir mejoras en el sistema ha tenido el respaldo de estados miembros como Francia, Italia o Polonia.
La UE se plantea reformar el sistema de
alerta rápida para alimentos peligrosos con vistas a evitar nuevas
alarmas prematuras y sin suficiente base científica, mientras sigue sin
aclararse el origen del brote de "E.coli" y los Veintisiete se preparan
para compensar al sector agrario por las pérdidas sufridas.
En
el Consejo de Sanidad celebrado en Luxemburgo, los estados miembros
han analizado la gestión de la crisis sanitaria originada por el brote
en Alemania, y un grupo de países encabezado por España ha pedido
medidas concretas para evitar que se repita una situación como la
causada por la "falsa alarma" sobre los pepinos.
La propuesta
de España para introducir mejoras en el sistema ha tenido el respaldo
de estados miembros como Francia, Italia o Polonia, mientras que la
Comisión ha destacado la necesidad de "ajustes" para que las alertas se
basen más en fundamentos científicos y para que haya más coordinación
entre los países.
Así lo ha dicho el comisario europeo de
Sanidad y consumo, John Dalli, quien también ha señalado la necesidad
de encontrar cuanto antes el foco de la infección, después de que se
haya descartado la última pista que llevaba a plantaciones de
leguminosas germinadas en la Baja Sajonia.
Dalli ha afirmado en
rueda de prensa que el epicentro de la infección sigue encontrándose en
el norte de Alemania, y ha hecho recomendaciones sanitarias "sencillas"
a los consumidores europeos como lavar cuidadosamente los vegetales que
se vayan a consumir crudos.
Al ser preguntado por la alerta
prematura activada por la autoridades sanitarias alemanas, que
apuntaron a pepinos de origen español como causantes del brote, Dalli
ha dicho "entender" que hicieran esto sin contar con los indicios
suficientes "con vistas a proteger a su población de un potencial
peligro sanitario".
Aunque ha descartado que el actual Sistema
de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos (RASFF) "pida una reforma", sí
ha admitido la necesidad de "ajustes en base a lo que ha sucedido esta
vez, sobre todo para mejorar la coordinación".
El sistema "debe
estar más unido a las pruebas científicas", las cuales son
indispensables "a la hora de hacer ciertas declaraciones", ha afirmado
Dalli.
Las noticias sobre posibles peligros sanitarios "viajan
rápido, crean mucho miedo a la población y dañan a los productores del
sistema europeo", ha añadido al comisario.
Dalli ha eludido
pronunciarse sobre otros posibles orígenes de la infección, y ha pedido
"no sacar conclusiones prematuras" sobre la crisis sanitaria causada
por el brote de E.coli.
En la misma línea, el ministro húngaro
de Sanidad, Miklós Réthelyi, ha destacado la dificultad de abordar al
mismo tiempo cuestiones de salud pública e intereses económico, a la
hora de hacer frente de un brote como el de la citada bacteria.
Por su parte, la ministra española del ramo, Leire Pajín, expresó su
"profundo malestar" por la gestión de la crisis realizada por Alemania
a la secretaria de estado de Sanidad alemana, Annett Widmann-Mauz.
Entre las reformas concretas para evitar que se repitan situaciones
semejantes en el futuro, España propone que antes de activar el sistema
se informe a todos los países afectados, según ha explicado Pajín.
También pide que se fijen estándares comunes para los análisis que se
llevan a cabo en los diferentes estados miembros, así como un papel más
importante en estas pruebas de los organismos europeos competentes,
como el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la UE (ECDC).
Según los datos de la CE, la cepa 0104 de la "E.coli" ha afectado hasta
ahora a cerca de 1.700 personas de 11 estados miembros, de los cuales
un centenar sufre complicaciones clínicas, y ha causado 21 víctimas
mortales.
Los responsables de agricultura de la UE celebrarán
mañana un encuentro extraordinario en Luxemburgo, en el que tratarán de
alcanzar un acuerdo sobre el tipo de compensaciones que se concederán
al sector hortofrutícola por la caída del consumo provocada por el
brote.
Pajín expresó su satisfacción por el respaldo de la
Comisión Europea (CE) y el Gobierno germano a que el sector agrario
español reciba este tipo de ayudas.