La leche entera de vaca es la que presenta un mayor número de sustancias farmacológicas.
Un equipo hispano-marroquí de investigadores
de las universidades españolas de Jaén y de Córdoba, y de la marroquí
Abdelmalek Essaadi, ha descubierto un nuevo método para detectar hasta
20 fármacos en la leche de vaca, de cabra y de mujer, antes de que
entren en la cadena alimentaria.
Se pueden detectar hasta
veinte tipos de antibióticos, antiinflamatorios, antisépticos,
reguladores de lípidos, beta-bloqueadores y hormonas en diversos tipos
de leche, gracias al nuevo método, según un comunicado de la UJA y que
recoge la noticia de SINC (Servicio de Información y Noticias
Científicas).
Los científicos confían en que la nueva
metodología ayude a determinar de forma más eficaz la presencia de
estos contaminantes en la leche o en otros productos.
Evaristo
Ballesteros, investigador de la Universidad de Jaén y director del
estudio ha explicado que "de esta manera, el consumidor tendrá
conciencia y conocimiento de que el alimento, además de poseer unas
buenas propiedades organolépticas y ser económico, es inofensivo, puro,
auténtico, beneficioso para la salud y libre de residuos tóxicos",
"Hemos aplicado la metodología para analizar 20 muestras de leche de
vaca (fresca, entera, semidesnatada, desnatada y en polvo), de cabra
(entera y semidesnatada) y de mujeres voluntarias, y los resultados
reflejan que el contenido de fármacos es diferente dependiendo del
tipo", ha señalado.
La leche entera de vaca es la que presenta
un mayor número de sustancias farmacológicas, sobre todo ácido
niflúmico, ácido mefenámico y ketoprofeno (tres antiinflamatorios), y
la hormona 17-beta-estradiol, mientras que en la leche de cabra también
se ha encontrado ácido niflúmico, junto al flunixin.
Por su
parte, la leche humana que se ha analizado contenía también
antiinflamatorios (como el ibuprofeno y naproxeno), además del
antiséptico triclosán y algunas hormonas, como el
17-alfa-etinilestradiol, 17-beta-estradiol y estrona.
Los
investigadores reconocen que los resultados del estudio, que publica el
'Journal of Agricultural and Food Chemistry', no se pueden extrapolar a
los distintos tipos de leche en general, porque el número de muestras
analizadas es reducido, pero sí confirman la validez del método.
La técnica se basa en el uso de un "sistema continuo de extracción en
fase sólida" de las sustancias y en su determinación mediante
"cromatografía de gases-espectrometría de masas".
"Los
resultados de validación ponen de manifiesto que el método es el más
sensible y uno de los más selectivos hasta ahora descritos en la
bibliografía, además de presentar una elevada precisión y exactitud con
tiempos de análisis reducidos (unos 30 minutos)", concluye Ballesteros.