Defienden que en la reforma haya un equilibrio entre las cuestiones ambientales, sociales y económicas.
Los pescadores y armadores aguardan con
inquietud las propuestas de reforma que presentará la Comisión Europea
(CE) el día 13, pues temen que se traduzca en una mayor presión para
reducir las capturas y en un recorte de los fondos para el sector.
El proyecto legal que hará público la CE para revisar la Política
Pesquera Comunitaria (PPC) despierta pocas expectativas e incertidumbre
entre las organizaciones del sector pesquero.
En concreto,
preocupa el posicionamiento ecologista de la comisaria europea de
Pesca, María Damanaki, que ha insistido en sus intenciones
conservacionistas y en la necesidad de un cambio radical para rebajar
el exceso de la pesca en los caladeros.
Por ejemplo, una idea
de Damanaki, discutida recientemente por los países de la UE, es
reducir las cuotas al menos un 25 % en caso de ausencia de información
científica sobre una especie.
"Una vez más los pescadores
sufren las consecuencias de las malas políticas y de la falta de fondos
para investigación en la UE y en los Estados miembros", según ha
declarado el secretario general de la Confederación Española
de Pesca (Cepesca), Javier Garat.
Esta organización defiende que en la reforma haya un equilibrio entre las cuestiones ambientales, sociales y económicas.
Otro propósito de Bruselas es la eliminación de los descartes (capturas
no deseadas de peces que después, una vez muertos son arrojados al mar)
mediante la obligación a los barcos de desembarcar todas las capturas;
los armadores quieren que estas medidas se apliquen de una manera más
"gradual".
"La CE pretende ahogar al sector pesquero influida
por las presiones de los ecologistas", ha subrayado el responsable de
Cepesca, organización que agrupa a 1.600 empresas, al 80 % de la flota
española y a todo el segmento de los barcos de altura.
Pero
aunque el proyecto del día 13 no incluirá cifras sobre el presupuesto,
un temor extendido es la posibilidad de que a partir de 2014 (año en
que acaba el actual marco financiero) se reduzcan los apoyos a esta
actividad.
Tanto Cepesca como la Federación Nacional de
Cofradías de Pescadores han destacado la incertidumbre sobre si habrá
una financiación adecuada para la PPC.
Además, las
declaraciones de Damanaki y los últimos documentos de la CE sobre el
presupuesto desde 2014 hacen pensar en que peligran ayudas como las del
desguace.
"Esperamos que el Consejo de la UE (representantes de
los Gobiernos) y el Parlamento Europeo (PE) moderen las propuestas de
la CE y al final haya una decisión razonable sobre la reforma", según
Garat.
Otra idea de la CE es la posibilidad de establecer un
mercado de cuotas transferibles, en todos los países, para buques de
más de 12 metros de eslora, lo que apoya Cepesca como un instrumento
más adecuado de gestión pesquera.
La Federación Nacional de
Cofradías, por su parte, ha mostrado su preocupación por el futuro de
la flota artesanal, tanto por la financiación de la UE como por la
definición de esta clase de pesca.
Por ahora, la CE se ha centrado mucho en el límite de los 12 metros.
En el caso de España hay 10.850 barcos, de los cuales 7.851 tienen
menos de 12 metros de eslora, según datos de la CE correspondientes a
2010.
En cuanto a la diferencia entre las flotas, pescadores de
bajura han manifestado que se sienten las víctimas del estado de los
caladeros y de la contaminación de los mares.
La Asociación de
Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega) recalcó
recientemente que la reforma debe acabar con "discriminación" que
sufren los navíos artesanales en el reparto de las cuotas.
El
secretario de Asoar-Armega, José Luis Rodríguez, apuntó que las
políticas han dañado a los barcos de pequeña escala y señaló que la
reforma será el momento de "cambiar la realidad" y conservar los
empleos.