El objetivo global de la aplicación de la
tecnología para conseguir un riego eficiente debe ser el desarrollo de una
agricultura de regadío sostenible que reduzca el consumo de agua, evitando los
procesos de salinización y contaminación difusa generados por el uso de aguas de
baja calidad y permitiendo una gestión integral del ciclo del agua respetuosa
con el medioambiente.
Para ello es necesario ampliar nuestros conocimientos
en relación al sistema agua-suelo-planta-atmósfera, y basándonos en ellos,
debemos ser capaces de potenciar la aplicación de nuevos sistemas de riego,
nuevas estrategias de programación, nuevos sensores que nos informen de las
necesidades hídricas de los cultivos, y nuevos sistemas remotos que permitan la
automatización y el desarrollo sostenible de los regadíos.
Además, en un futuro, junto al desarrollo de nuevos
sensores, es preciso desarrollar técnicas de teledetección con dos fines
principales: estimación de las necesidades de riego de grandes zonas regables,
mediante el desarrollo de mapas de usos del suelo y áreas sombreadas y detección
de estrés mediante mapas de termografía de alta resolución.
Como conclusión diremos que la situación futura nos va
a empujar a riegos cada vez más deficitarios y tenemos que saber que la
tecnología nos permite regar más cono menos agua, conocer qué variedades son
capaces de resistir estas condiciones de cultivo y potenciar su mejora genética
para su incorporación al sistema productivo.
Es preciso potenciar también el desarrollo de nuevas
infraestructuras que permitan el aprovechamiento agrícola de recursos hídricos
alternativos, como las aguas de escorrentía o las aguas residuales tratadas. Las
nuevas alternativas tecnológicas en recursos hídricos, basadas en desalación,
reutilización de aguas y optimización de los sistemas de
programación y
manejo de riego, supondrán una clara oportunidad de desarrollo tecnológico.
El resultado final permite una reducción del impacto
medioambiental de los regadíos con respecto al nivel actual, y el
desarrolle
de una industria tecnológica de referencia que lidere el sector 'agua y
agricultura' a nivel mundial.
Plataforma
Tecnológica de Agricultura Sostenible
Nació en 2009, a partir de la Orden CIN/1728/2009, como
un foro de trabajo para el intercambio de información y conocimiento, que
pretende mejorar la percepción de las tecnologías aplicadas a las áreas
agrícola y ganadera. Está financiado por el MICIN (Ministerio de Ciencia e
Innovación).
Por otro lado, entienden la agricultura sostenible
como un modelo irrenunciable e incuestionable, con el que
satisfacer las necesidades alimentarias actuales de los ciudadanos, garantizando
la productiva, la calidad de los productos y la seguridad alimentaria.
Para ello, es imprescindible el apoyo institucional
tanto al avance tecnológico y a la investigación, como la elaboración de un
marco legislativo adecuado que posibilite la aplicación de estos avances.
El futuro del sector se cimenta en la investigación y
el desarrollo tecnológico que contribuya al incremento de la productividad
agroalimentaria a la vez que se asegure el mantenimiento y buen uso de los
recursos naturales
existentes, sin la renuncia del acceso por parte de los
ciudadanos, con independencia de su clase social y situación económica, a
alimentos con vistas a una dieta variada y a un precio asequible. La mejora en
la agricultura y las
innovaciones tecnológicas es la única baza para mantener
el abastecimiento de alimento necesario para cubrir la demanda mundial,
consiguiendo al mismo tiempo equilibrar los precios.
Desde la década de los 50, la población mundial se ha
multiplicado por dos. En un horizonte muy próximo, se alcanzarán los 7.000
millones de habitantes en el planeta Tierra. El crecimiento demográfico que
presentan los países subdesarrollados y la mayor esperanza de vida en el Primer
Mundo provocan que las previsiones de crecimiento se disparen: la ONU baraja la
posibilidad de llegar a 9.000 millones de habitantes en 2050 y a los 27.000
millones un siglo
después.