A partir del próximo año estará prohibida la producción de huevos en jaulas no acondicionadas.
Los avicultores de puesta celebran hoy,
14 de octubre, el Día Mundial del Huevo, una iniciativa que pretende
destacar la importancia de este producto en la alimentación humana y la
de un sector, que se encuentra en la actualidad inmerso en una
importante reestructuración de su sistema de producción.
El 1
de enero de 2012 es, desde hace varios años, una fecha clave para este
sector, ya que, a partir de ese día, será obligatoria la aplicación de
la Directiva 1999/74, que recoge las normas mínimas de alojamiento de
las gallinas ponedoras.
En concreto, a partir del próximo año
estará prohibida la producción de huevos en jaulas no acondicionadas,
una medida que afectará de manera importante a España, ya que
aproximadamente el 97 % del total de gallinas destinadas a la
producción de huevos (en torno a 44 millones) se cría en jaulas.
El resto corresponden a granjas de producción campera (794.038), en
suelo (336.810) y ecológicas (34.223), según datos del Ministerio de
Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
Entre otras
medidas, la aplicación de esta norma supone el incremento de la
superficie disponible por la gallina, que pasa de 550 a 750 centímetros
cuadrados, y que la jaula cuente con un nido; una yacija, que permita
picotear y escarbar; y comederos de mayor tamaño y bebederos adaptados
al tamaño del grupo.
La directora de la Interprofesional del
Huevo y sus Productos (Inprovo), Mar Fernández, ha subrayado que el sector está completamente volcado en el proceso de adaptación y
que la organización ha acordado una "hoja de ruta" con el Ministerio y
las comunidades autónomas para la aplicación de la Directiva.
Para la aplicación de la normativa se requieren unas necesidades muy
altas de financiación y el sector ha cifrado las inversiones en torno a
600 millones de euros.
A estas elevadas inversiones se une,
además, el incremento del coste de los piensos, que "nos afecta y
mucho" porque el alimento es el principal componente de los gastos de
producción en el sector, ha destacado Fernández.
Asimismo,
según ha añadido, con la crisis económica los consumidores compran poco
y barato, por lo que la distribución presiona a la baja a sus
proveedores para que los precios no suban y frenen más el consumo.
"Es un problema que compartimos con muchos otros sectores ganaderos y
al que solo le vemos una solución política. Si no, tendremos que
aceptar que la Unión perderá tejido productivo porque las importaciones
de países terceros se harán con una parte significativa del mercado",
ha aseverado.
En los últimos diez años, el consumo de huevos en
España ha registrado un descenso "significativo", al pasar de los 17,5
kilos por persona y año en el 2000 a los 11,3 kilos en 2010.
No
obstante, el sector quiere celebrar este día con optimismo y remarcar
que el huevo es un alimento muy completo, saludable y, además,
asequible.
Fernández ha asegurado, también, que el productor de
huevos está comprometido con el bienestar y la sanidad animal, con la
seguridad alimentaria y con el medio ambiente, factores que constituyen
el modelo europeo de producción.
El Día Mundial del Huevo es
una iniciativa de la Comisión Internacional del Huevo ("International
Egg Comission") que se desarrolla en más de 150 países y pretende
destacar la importancia de este producto en la alimentación humana, así
como sus ventajas para la nutrición y la salud.
La directora de
Inprovo ha señalado que es un alimento proteico y es especialmente
recomendable en los momentos en los que el organismo requiere de
aportes de nutrientes extra.
Para conmemorar este día, el
Instituto de Estudios del Huevo entregará el próximo 18 de octubre el
Premio a la Investigación y el Galardón de Oro de 2011.
Durante
el pasado año, España ocupó el segundo puesto en cuanto a censo
comunitario de gallinas ponedoras, por detrás de Francia, y exportó el
16 % de la producción en 2010, principalmente al mercado
intracomunitario.
Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma
con mayor censo de ponedoras, seguida de Castilla y León, Cataluña y la
Comunidad Valenciana, la producción de huevos ocupa a unos 15.000
trabajadores y, en 2010, la producción final del sector se situó en 900
millones de euros.