Uno de las principales causas de esta "falta de rentabilidad" es la talla de las capturas, ya que se ha establecido en 25 milímetros.
Armadores y pescadores del Golfo de Cádiz
dedicado a la captura de la chirla se han concentrado a las
puertas de la Delegación del Gobierno andaluz en Huelva para reclamar
soluciones a la "falta de rentabilidad" de la actividad que les ha
llevado al paro "indefinido".
En declaraciones a los
periodistas, Rafael Núñez, portavoz del sector -que componen 100
embarcaciones de Punta Umbría e Isla Cristina (Huelva) y de Sanlúcar de
Barrameda (Cádiz)- ha explicado que los barcos están amarrados a puerto,
y el sector "arruinado", los seguros sociales "se han devuelto", deben
el gasóleo y el 80 por ciento de los afectados sufren embargos.
Uno de las principales causas de esta "falta de rentabilidad" es la
talla de las capturas, ya que se ha establecido en 25 milímetros cuando
"toda la vida ha sido 24", algo que "hace imposible capturar los 200
kilos de tara por embarcación, apenas si llegamos a 60, porque no hay
ejemplares de ese tamaño".
Otra es el horario de pesca
establecido, cinco horas, "insuficiente" según Núñez, quien ha recordado
que la directora general de Pesca, Margarita Pérez, se comprometió,
tras la entrada en vigor de la Orden que regula esta pesquería en el
Golfo de Cádiz, a que se iba a revisar, pero "no lo ha hecho".
Además, el sector reclama que se abra a la pesquería zonas como la del
levante, que afecta principalmente a la costa de Doñana, un punto en que
el "el molusco es mediano y se está muriendo mediano, no llega a crecer
porque los fondos de Doñana no lo están cuidando, contienen lodos del
Guadalquivir desde 2009 que nadie ha movido".
"Las zonas en la
que se pesca actualmente, el producto es de altísima calidad porque los
fondos están limpios y oxigenados por los chorros de agua que echan
nuestros barcos y eso lo demostramos cuando quieran, que venga el
presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, a Punta Umbría
que vamos a ir a pescar la chirla y que vaya en un barco y eche un día
con nosotros", ha dicho.
Asimismo, ha indicado que desde el
sector se ha propuesto que se deje entrar a embarcaciones en la zona de
Doñana, "no para pescar, sino a oxigenar y mover los fondos, para que se
repartan y se quiten los lodos de forma que la chirla crezca más y con
salud y calidad, y esa zona del caladero podría recuperarse".
Por último, ha resaltado el agravio comparativo con respecto a otros
países, como Italia, donde pescan 600 kilos al día y el producto
presenta tallas menores e incluso a veces "malas condiciones
sanitarias".
Sin embargo, "la Junta de Andalucía y el Seprona
van exclusivamente tras la chirla del Golfo de Cádiz y a la de Italia la
molestan en raras ocasiones cuando hacemos un poco de presión, una
realidad que influye también en los precios "actualmente desplomados".