Estas medidas se han aprobado como consecuencia del cese del reconocimiento del estatus de zona protegida de Castilla y León, y de acuerdo con el Reglamento de Ejecución de la Comisión Europea.
El Consejo de Ministros ha
aprobado una modificación del Real Decreto por el que se establece
el programa nacional de erradicación y control del fuego bacteriano de
las rosáceas, debido a la necesidad de establecer medidas de actuación
fitosanitaria adecuadas como consecuencia del cese del reconocimiento
del estatus de zona protegida de Castilla y León, y de acuerdo con el
Reglamento de Ejecución de la Comisión Europea.
El
fuego bacteriano es una enfermedad de los vegetales causada por la
bacteria Erwinia amylovora, que afecta fundamentalmente a plantas de
la familia de las rosáceas, produciendo importantes pérdidas económicas
por daños directos en explotaciones de frutales de pepita, en general, y
de manzano y pera, en particular, así como en el sector de plantas
ornamentales pertenecientes a dicha familia.
Entre
las medidas adoptadas para luchar contra esta enfermedad, en la Unión
Europea se reconocieron algunos Estados miembros o determinadas partes
de ellos como zonas protegidas con respecto a esta enfermedad. En
algunos casos, dicho reconocimiento se concedió por un tiempo limitado, a
fin de que los Estados miembros afectados pudieran presentar la
información necesaria que demostrara que el organismo nocivo no estaba
presente en su territorio.
España,
que fue reconocida como zona protegida, presentó información de la
presencia de esta bacteria en Castilla y León. Dado que los sucesivos
intentos de erradicar esta enfermedad no han dado resultado positivo,
esta Comunidad Autónoma no pudo seguir siendo reconocida en la Unión
Europea como zona protegida con respecto a dicho organismo nocivo.
Por
lo tanto, los cambios normativos consisten en introducir en España la
regulación comunitaria aplicable a las zonas no protegidas de esta
enfermedad, regulándose qué debe hacerse para luchar contra el fuego
bacteriano de las rosáceas en las zonas afectadas, por la pérdida del
estatus de zona protegida y para permitir la comercialización de plantas
de vivero de las especies susceptibles al fuego bacteriano al resto de
la Unión Europea.