La mención de calidad obtiene el aval de la Comisión Europea en cuanto a las características que diferencian a este producto de otros mantecados que se pueden encontrar en el mercado.
Tras su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE)
el pasado día 2 de diciembre, hoy se hace efectiva la inscripción de la
Indicación Geográfica Protegida (IGP) ‘Mantecados de Estepa’ en el
Registro comunitario de Denominaciones de Origen e Indicaciones
Geográficas Protegidas. De esta forma, la mención de calidad obtiene el
aval de la Comisión Europea en cuanto a las características que
diferencian a este producto de otros mantecados que se pueden encontrar
en el mercado.
La calidad diferenciada de los alimentos que ampara la IGP estepeña
deriva, entre otras causas, de su fabricación tradicional en base a una
receta centenaria que el Consejo Regulador de la denominación apuesta
por mantener viva. Además, también contribuye a su reconocimiento
europeo el hecho de que los ‘Mantecados de Estepa’ cuentan con una
inmejorable reputación adquirida a lo largo de sus numerosos años de
presencia en el mercado.
Esta mención de calidad protege mantecados de diversas variedades que
cuentan con la mezcla de harina de trigo, manteca de cerdo y azúcar
glas como común denominador pero que se complementan con otros
ingredientes como la canela, aceite de oliva, almendra, cacao, coco,
limón, avellana y vainilla, en función de la variedad del mantecado de
que se trate. En cuanto a su forma, estos productos se caracterizan por
ser unas piezas redondas de un peso máximo de 35 gramos, excepto para
los mantecados caseros o artesanos y de aceite de oliva, que pueden
llegar a pesar un máximo de 50 gramos.
En cuanto a las empresas que elaboran y comercializan los productos
amparados, éstas deben estar inscritas en el Registro del Consejo
Regulador de la IGP y estar ubicadas en la zona de producción de la
misma, que se limita al término municipal de Estepa.
Vínculo de los mantecados de Estepa con el medio geográfico
La localidad de Estepa, ubicada en la zona sureste de la provincia de
Sevilla, se caracteriza por una larga tradición dulcera de gran
reputación. El origen del mantecado se remonta al siglo XVI, según los
archivos documentales del convento de Santa Clara de Estepa, que revela
que llegaron a tener confiteros contratados para atender la demanda que
les llegaba de Madrid o Sevilla, donde dirigían sus productos
elaborados.
No obstante, fue en 1870 cuando se produjo el nacimiento del
mantecado de Estepa tal y como se conoce en la actualidad. Por aquel
entonces, en los hogares estepeños se elaboraba para el autoconsumo unos
primitivos dulces a partir de la manteca de cerdo recién sacrificado
que, junto con la harina de trigo y el azúcar, formaban una especie de
tortas, que empezaron a comercializarse gracias a una vecina de Estepa,
Micaela Ruiz Téllez, que tenía un marido transportista que hacía la ruta
Estepa-Córdoba.
Las modificaciones introducidas con posterioridad dieron como
resultado un producto de gran prestigio y reputación en el gremio
pastelero que, con mucho esfuerzo y dedicación de generación en
generación, ha velado por mantener y mejorar la calidad de unos
productos originarios de la zona que, posteriormente, otras comarcas han
empezado a producir.
Producción de ‘Mantecados de Estepa’
La producción media de mantecados en Estepa asciende a 20 millones de
kilos anuales, de los cuales 2,4 millones de kg corresponden a
mantecados amparados bajo la IGP ‘Mantecados de Estepa’.
Estepa cuenta en la actualidad con 23 empresas productoras de
mantecados, de las cuales 20 están inscritas en dicha IGP. Estas
empresas proporcionan trabajo directo a unas 2000 personas cada campaña y
tienen una gran incidencia en empresas auxiliares de transporte,
talleres y artes gráficas, entre otras.