El acuerdo ofrece a los Estados miembros la posibilidad de imponer los contratos entre productores y lecherías.
La Eurocámara y el Consejo lograron un
acuerdo sobre la regulación del sector lácteo que permitirá a los
productores unirse para negociar de forma colectiva los precios frente a
las industrias y obtener así una mejor remuneración.
"Es un
significativo paso adelante para el sector lácteo europeo", dijo el
comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, en un comunicado.
Según el comisario, las nuevas medidas reforzarán la posición de los
productores y "reemplazarán instrumentos que habían perdido efectividad y
que no fueron capaces de prevenir la crisis de 2009".
El
acuerdo, que aún debe ser respaldado formalmente por las instituciones
europeas (Consejo, Parlamento y Comisión), ofrece a los Estados miembros
la posibilidad de imponer los contratos entre productores y lecherías.
Los contratos regularán el precio, el volumen, la duración, los
detalles del pago y otros aspectos, que se negociarán con total libertad
entre las partes, aunque los ganaderos podrán rechazar una oferta que
incluya una duración mínima.
Para aumentar su capacidad de
negociación, los productores podrán formar organizaciones que acordarán
de manera colectiva los términos de los contratos.
Los límites de esas uniones serán el 3,5% de la producción de la UE y el 33 % de la producción lechera de un país.
Para los países cuya producción sea inferior a las 500.000 toneladas
(Malta, Chipre y Luxemburgo) el límite a nivel nacional se fijará en el
45 %.
En el caso de la negociación colectiva y a efectos de
proteger a los ganaderos de la especulación, no será posible revisar los
precios contractuales durante un periodo de seis meses.
Por
otra parte, se permitirá a los países aplicar normas específicas para
regular los quesos con Denominación de Origen Protegida (DOP) o con
Indicaciones Geográficas Protegidas.
La aplicación de las
nuevas medidas podría no ser uniforme en la UE, ya que se dará a los
países la opción de quedar al margen, lo que previsiblemente ocurrirá en
los Estados más liberales y que se oponen a la intervención en los
mercados (Reino Unido, Dinamarca, Holanda y Suecia).
El
eurodiputado socialista Marc Tarabella, ponente del sector lácteo,
explicó que el acuerdo es una "buena noticia" para agricultores y
consumidores aunque criticó que haya sido "obstaculizado" por "la
hostilidad de algunos países que se excluirán de la reforma".
También lamentó que no saliera adelante la idea de crear una autoridad
pública reguladora para garantizar una mayor transparencia.
Las medidas se aplicarán hasta mediados de 2020.
Antes, en 2014 y 2018, la CE informará al Parlamento y el Consejo de
la situación del mercado y del funcionamiento de las medidas, con
especial atención al impacto sobre los productores en las zonas más
desfavorecidas.