En Barbate había una treintena de licencias para pescar en Marruecos en virtud del acuerdo pesquero entre la UE y este país.
Los casi 600 pescadores de Barbate miran hoy
con indignación su incierto futuro mientras recogen las artes que, desde
anoche, no podrán volver a echar en las vecinas aguas de Marruecos,
después de que el Parlamento Europeo vetara ayer el acuerdo pesquero que
les permitía mantener su actividad.
"Esto es la puntilla",
decía el alcalde de Barbate, el socialista Rafael Quirós, en
el puerto de esta localidad de cerca de 24.000 habitantes, con un 40 por
ciento de paro y para la que la pesca es la principal actividad
económica, especialmente la que se practica en las cercanas aguas
marroquíes, donde faena el noventa por ciento de su flota.
En
Barbate había una treintena de licencias para pescar en Marruecos en
virtud del acuerdo pesquero entre la UE y este país, que ofrece un total
de 119 permisos a todo el territorio europeo, cien de ellos a barcos
españoles.
Cuando ayer los pescadores de Barbate escucharon la
noticia de que el Parlamento Europeo había vetado el acuerdo pesquero,
casi se acababan de levantar y se preparaban como todos los días para
salir a faenar, pensando que las licencias que tenían y por las que
habían pagado seguirían amparando su actividad y que habría un periodo
de tiempo para clarificar la situación.
Por eso tres barcos
artesanales de Barbate, junto a otro de cerco que estaba averiado,
estaban a las 22:30 de ayer ya preparados para tirar sus artes de pesca
al mar, cuando recibieron la llamada del Ministerio con la orden de que
salieran inmediatamente de aguas marroquíes, porque el gobierno de este
país, como reacción a la decisión europea, había dado de plazo hasta las
doce de la noche para que los barcos salieran y había amenazado con
represalias.
"No nos esperábamos que fueran a hacerlo de golpe
y porrazo. Dimos la vuelta y decidimos echar las artes a unas ocho
millas de Barbate, más que nada porque ya estaban encarnadas, porque no
hemos pescado ni para comer nosotros", cuenta Domingo Pacheco, armador
del "Chipiona 1", uno de los barcos que iban a faenar anoche en aguas
marroquíes y patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Barbate.
Pacheco explica que la "indignación" es el sentimiento que se ha
extendido entre los pescadores y armadores, que se preguntan si no están
pagando ellos, el sector pesquero, los platos rotos de una especie de
tira y afloja de la Unión Europea y Marruecos por el conflicto con la
población saharaui.
Muchos de los pescadores que se
beneficiaban de estos acuerdos se preguntan ahora también cómo
afrontarán las inversiones que han hecho en los últimos años para
modernizar la flota, como Luis Beltrán, que hace dos años cambió su
pequeña embarcación por la "Raquel y Sheila", otra de las que anoche
tuvo que regresar antes de echar las artes en aguas marroquíes.
"Lo compré hace dos años y tengo una hipoteca de 25 millones, ahora
tendré que llevarlo al desguace, esto es una ruina", se lamentaba hoy
junto a su barco.
Además de los pescadores, se verán afectados
otros trabajadores, como los de la lonja de Barbate, que hoy, sin los
pescados extraídos de aguas marroquíes, sólo exhibía las capturas de los
pescadores artesanales de la zona, insuficientes para mantener el
mercado.
La pesca es el único sector que hasta ahora
"sobrevivía o malvivía" en Barbate, cuya principal "empresa" es el
Ayuntamiento, en quiebra desde hace muchos años y que ahora tiene a sus
funcionarios sin cobrar las nóminas de los últimos dos meses y medio,
según cuenta el alcalde.
El "palo" que ayer recibieron al
saltar por los aires el acuerdo pesquero que mantenía el único sector
empresarial con actividad en la localidad es, según el alcalde,
"absolutamente intolerable" e "injusto", todo un mazazo a un pueblo que
ya de por sí está en "una situación de emergencia".
"Ya no
sabemos qué llamamiento hacer, parece que nadie lo quiere entender pero
necesitamos ayuda, aquí solo recibimos palos", dice el alcalde que no se
cansa de repetir que Barbate solo dispone del 17 por ciento de su suelo
ya que el 82 por ciento es servidumbre militar, marítima o de espacio
protegido por el parque natural".
"Parece que quieren
convertir Barbate en un parque temático para que la gente venga a ver
parados", bromea el edil de una localidad en la que estas Navidades
"mucha gente no tendrá para pagar la luz o para comer".
Y es
que una de las primeras preguntas que se hacen los pescadores y sus
familias hoy es "de dónde vamos a comer ahora", como se cuestiona
Manuel, un pescador de 22 años que ayer estaba embarcado en un pesquero
de Barbate y que trabaja en la pesca desde hace un año, cuando se quedó
sin trabajo en la construcción.
"Esto es un palo, aquí no hay
ninguna salida, no hay trabajo, en la costa de Cádiz no hay nada que
hacer, hay muchos barcos y los caladeros están achicharrados, esto va a
ser hambre todo", dice pesimista.
Aunque saben que su futuro
no depende de ellos, pescadores, armadores y el sector se reunirá mañana
para estudiar la situación.