Según han informado fuentes del sector, la nascencia del cereal se realiza con normalidad.
La siembra de cereales otoño-invierno se da
por finalizada en la práctica totalidad del territorio, con unas
previsiones de mantenimiento de las superficie y con la incertidumbre de
cómo evolucionarán los cultivos si la falta de precipitaciones se
prolonga durante las próximas fechas.
Según han informado fuentes del sector, la nascencia del cereal se realiza con
normalidad, con algunas excepciones, aunque la falta de lluvias sí
podría convertirse en un problema real si no se producen las
precipitaciones necesarias, hecho que también condicionará la siembra de
maíz.
Del mismo modo, el encarecimiento de los costes de
producción como los fertilizantes ha contrarrestado el efecto favorable
del mejor comportamiento del mercado en los últimos años, por lo que las
primeras estimaciones de los agricultores es que no exista una
variación significativa en relación a lo sembrado el año anterior.
Por el momento, los últimos datos disponibles en e Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a 31 de octubre, apenas
apuntan variaciones en las superficies de siembra, con una caída del 0,4
% para el trigo; del 0,01 %, para la avena y del 3,4 % para la cebada
de seis carreras.
Desde la Asociación de Comercio de Cereales y
Oleaginosas de España (Accoe) han apuntado que la campaña de siembra ha
concluido con normalidad, sin verse muy afectada por la climatología
"porque ha llovido en el momento necesario para evitar problemas en la
zona sur".
Han apuntado las mismas fuentes que la falta de
lluvias ha podido retrasar las labores de abonado en algunas zonas, que
no tendrá mayores repercusiones en la producción, "a no ser que se tire
otros 45 días seguidos sin llover".
El director de cultivos
herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias, Antonio Catón, ha remarcado
que el cereal sembrado se encuentra en buen estado, en líneas
generales, sin cambios reseñables en superficie, pero "a las puertas de
un problema de sequía".
De la evolución de las precipitaciones
en las próximas fechas también dependerá la superficie que se destine
al maíz, que el sector no planea reducir respecto al pasado año, pero
que sí podrá verse condicionada por la cantidad de agua disponible en
los embalses.
El presidente de la sectorial de cereales de la
Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Manuel Vázquez, ha
apreciado que las labores de siembra se han realizado "en buenas
condiciones", pero que los retrasos en las lluvias podrían dificultar la
nascencia en algunas zonas localizadas.
Esta falta de
precipitaciones comienza ya a alertar a algunas zonas productoras de
Castilla y León y es ya una preocupación para los cerealistas aragoneses
y, en especial, para los oscenses, ha explicado.
Por su
parte, el responsable de Sectores Agrarios de la Coordinadora de
Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Alejandro
García-Gasco, ha señalado que, tras repetir superficie de siembra, los
agricultores esperan ahora a que la meteorología acompañe.
García-Gasco ha añadido que también preocupa al productor la falta de
rentabilidad que aún se registra en el sector por el incremento de
costes como los fertilizantes.
Desde la Unión de Pequeños
Agricultores y Ganaderos (UPA), David Erice ha indicado que, tras dos
meses de escasez de lluvias, la situación de partida actual es
"complicada, pero no irreversible", por estar el cereal en una fase "en
la que nada es definitivo".
"Si pasa febrero sin llover sí que
estaremos en una situación crítica, pero si luego llega con abril y
mayo un buen régimen de precipitaciones se puede recuperar", ha
subrayado Erice.