Según los datos de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE).
La Federación Española de Bebidas
Espirituosas (FEBE) prevé que el sector cerrará 2011 con un retroceso de
ventas del 7 %; niveles próximos a los registrados en 2002, tras caer a
doble dígito en los ejercicios anteriores.
El presidente de FEBE, Bosco Torremocha, ha detallado que, a
pesar del buen comportamiento del sector turístico y hotelero los meses
de verano, la recaudación en estas fechas ha sido "muy mala", con un
desplome de los ingresos en el mes julio de hasta el 14 %.
La
campaña de Navidad por su parte también "ha confirmado las peores
espectativas", sobre todo para los productos nacionales como el anís de
Chinchón, el pacharán o el brandy, con una mayor estacionalidad y
tradición navideña que los importados, aunque también estos últimos han
notado el descenso de ventas.
"La Navidad ya no existe como
campaña para el sector de espirituosas; desde 2008 se registran las
ventas de un mes normal", ha lamentado Torremocha, sobre una época del
año que antes de la crisis podría suponer hasta el 10 % de la
facturación de las empresas más especializadas en cestas y lotes.
Dentro de la caída generalizada del sector, el canal hostelería, que
cede peso en el mix de facturación hasta suponer el 65 % de las ventas,
acumularía el 5 % de las pérdidas; mientras que entre un 2 % y un 3 %
del retroceso restante se centraría en el canal alimentación.
Respecto a este último medio de comercialización, Torremocha ha
destacado la irrupción de la marca blanca, que ha pasado de tener una
cuota de mercado "marginal" a suponer el 7 % de las ventas.
Como consecuencia del retroceso del mercado, la recaudación por
impuestos especiales de las bebidas espirituosas que supuso 810 millones
de euros para las arcas estatales en 2010, también se contrajo en igual
proporción (7 %), según los cálculos de la Federación.
Según
ha denunciado Torremocha, las espirituosas suponen el 72 % de la
recaudación por impuestos especiales del total de bebidas con alcohol a
pesar de representar solo el 28 % de las ventas, con una presión fiscal
superior al 50 % del precio de venta final.
Por ello, el
máximo representante de la FEBE ha alertado de la "fatiga recaudatoria"
que ha generado la "ineficacia" del modelo y de que un nuevo incremento
impositivo generaría un descenso de la recaudación.
Del mismo
modo, ha demandado que se tenga en cuenta la "interrelación" que tiene
la imposición sobre las espirituosas con el turismo y la hostelería,
"uno de los pocos motores de la economía española".
De cara al
futuro, Torremocha ha confiado en la palabra que "hasta ahora viene
manteniendo el Gobierno" y no plantee a corto plazo ningún tipo se
subida de gravámenes tras el alza del Impuesto sobre las Rentas de las
Personas Físicas (IRPF) y del Impuesto de los Bienes Inmuebles (IBI).
En cualquier caso, se ha mostrado "satisfecho" con los primeros
encuentros mantenidos con el nuevo Ejecutivo, en lo que ha definido como
"tomas de contacto".