España es uno de los principales importadores de patata de la Unión Europea.
Los precios de la patata no han logrado
remontar en la recta final de la campaña, arrastrados por un exceso de
producción en los principales países europeos, que han llenado el
mercado nacional de este producto y han provocado un "desplome" en sus
cotizaciones.
España es uno de los principales importadores de
patata de la Unión Europea, en su mayoría procedentes de Francia, país
que compite directamente con la de media estación y tardía.
Tras la campaña andaluza de patata extratemprana y temprana, Castilla y
León -la principal zona productora de España- ha concluido prácticamente
en sus variedades de media estación y tardía y prosigue en otras zonas
como País Vasco y Galicia, aunque el balance inicial confirma el
"desastre".
Para las fuentes de la comercialización y de la
producción de patatas consultadas, tras el "respiro" de la
temporada anterior, este año afrontan unas cifras "muy negativas", que
permiten augurar menores siembras para la nueva temporada en las
variedades de la zona sur.
El origen de las bajas cotizaciones
hay que buscarlo en diversos factores, algunos de ellos estructurales
pero también coyunturales, como una caída en el consumo y unas
condiciones climáticas en agosto y septiembre que impulsaron la
producción europea.
En concreto, los aforos de Francia y
Alemania han puesto en circulación unas 350.000 toneladas más de
producto que en la anterior, lo que ha supuesto una gran concentración
de la oferta en un espacio de tiempo limitado y ha dificultado su
comercialización, en un mercado ya de por si muy sensible.
Los
precios de importación de la patata europea, y en concreto de la
francesa, que es el principal exportador a nuestro país, tienen una
fuerte influencia en las cotizaciones del mercado español, que cuenta
con una estructura comercial muy poco consolidada.
A falta de
conocer los datos oficiales, la campaña concluirá en España con una
producción con unos 2,6 millones de toneladas frente a las más de 2,2
millones de toneladas de la anterior, según las previsiones del sector.
Sobre los precios, fuentes de las organizaciones Asaja, COAG y UPA
consultadas han apuntado que en origen se percibe en la
actualidad una media de unos ocho céntimos el kilo cuando un nivel medio
"razonable" podría estar en 14 céntimos, por lo que el sector prevé
abandonos del cultivo.
Para el presidente de la Asociación
Nacional de Producción y Comercio de Frutos y Patatas (Asonal), Roberto
Ruiz de Infante, las cotizaciones "no han levantado cabeza" desde el
pasado junio por la subida de las cosechas en Europa y la menor cifra de
exportaciones españolas de las variedades tempranas.
"El
panorama es que hay mucha patata almacenada en Europa, mucha más que en
años anteriores", y las cotizaciones "seguirán así a lo largo de todo el
invierno, entre los 60 euros y los 120 euros/ tonelada cuando el año
pasado se situaban entre 230 y 270 euros/tonelada en estas fechas".
Ha recordado que la Unión Europea (UE) produce unos 60 millones de
toneladas de este alimento y que este año se han superado los 66-67
millones.
"Es un excedente importante en un mercado muy
sensible", según Ruiz de Infante, quien ha añadido que la tendencia
bajista de precios no cambiará hasta la primavera "cuando llegue la
producción de patata nueva del sur de España y entremos en otro
escenario".