Así lo ha detallado el presidente de Ailimpo, Rafael Sánchez, quien ha recordado, además, que el sector atraviesa una situación difícil.
Las exportaciones de terceros países que no
cumplen los mismos requisitos de calidad y los desequilibrios en la
cadena de valor son dos de las cuestiones planteadas por la
Interprofesional del Limón y el Pomelo (Ailimpo) al ministro de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.
Así lo ha detallado el presidente de Ailimpo, Rafael
Sánchez, quien ha recordado, además, que el sector atraviesa una
situación difícil por la caída de precios que ha calificado como
"brutal".
Ha insistido en que el sector del limón y el pomelo
"se ha quedado sin precios" y ya no hay beneficio para el agricultor,
cuyos ingresos no alcanzan a cubrir los costes de producción.
A
su juicio, la causa principal del descenso de las cotizaciones es la
competencia de terceros países que exportan a España, a los que no se
les exigen las mismas condiciones de seguridad alimentaria y los mismos
estándares de calidad que al producto interior.
Según ha
precisado, Turquía se ha convertido en el principal competidor de España
en el mercado del limón y el pomelo, y además recibe unas subvenciones a
la exportación de su Gobierno.
En opinión de Ailimpo, dichas
subvenciones no cumplen con la legislación vigente, ya que la
Organización Mundial del Comercio (OMC) permitió estas ayudas hasta
2001, con posibilidad prolongar hasta 2005, por lo que "en todo caso son
irregulares a día de hoy".
"No pedimos que se cierre el
mercado a terceros países o que se les exijan requisitos adicionales a
los nuestros, pero sí que cumplan con la normativa europea", ha
destacado.
Sánchez ha apuntado que el otro gran problema que
afecta al sector del limón y el pomelo es la "absoluta situación de
dominio" de los supermercados que compran el producto de la
Interprofesional, ya que con la crisis han desarrollado "una capacidad
brutal para imponer precios".
La economía sumergida que se ha
desarrollado en el sector agrícola a causa de la crisis ha dado lugar a
la hora de colocar el producto a una "subasta diaria" en la que siempre
habrá almacenes que, sin cumplir los estándares de calidad y seguridad
alimentaria, vendan a la distribución a "precios por los suelos", ha
explicado.
En ese sentido, ha considerado que los
supermercados ya no respetan "la cultura de la calidad", que dominaba
las relaciones entre productores y distribuidores desde hace más de una
década, y con la excusa de la crisis "se venden al mejor postor".
Desde Ailimpo, han planteado que para solventar esta situación se
apoyen las relaciones de la cadena de valor en contratos, de manera que
se permita al comprador disponer de tantos proveedores que quieran y
negociar los precios con ellos, pero que una vez firmados dan al
agricultor mucha más estabilidad porque aseguran una demanda a medio
plazo.
Sánchez ha subrayado que casi todos los problemas que
han expuesto al ministro tienen una solución rápida, ya que porque "los
estándares de calidad a terceros países se pueden exigir por parte de la
Unión Europea (UE) mañana mismo, declarar ilegales la subvenciones a la
exportación de Turquía también y la economía sumergida sólo hay que
perseguirla con la ley en la mano".
Ha reconocido, sin embargo, que mejorar el equilibrio en la cadena de valor tiene una solución un poco más complicada.