Según Globefish, unidad encargada de información sobre comercio pesquero de la FAO.
España aumentó un 6 % el consumo de dorada y
de lubina importadas en el primer semestre de 2011, mientras que los
acuicultores nacionales "luchan" por mantenerse, debido a sus elevados
costes de producción, según Globefish, unidad encargada de información
sobre comercio pesquero de la FAO.
Grecia, seguido por
Turquía, fueron los principales abastecedores de esos pescados al
mercado español, según un informe de mercado publicado por Globefish.
El balance señala que la mayoría de los piscicultores dedicados a
estas especies redujeron su producción, con lo que subieron los precios,
especialmente en la dorada, mientras que la situación de la lubina -que
habitualmente es más cara que el otro pescado- volvió antes a la
normalidad.
A largo plazo, las perspectivas son positivas para
los acuicultores europeos que crían lubinas y doradas, pues aunque la
mayoría de los consumidores proceden de los países mediterráneos, las
ventas son "prometedoras" en otros destinos más al norte, como el Reino
Unido, Alemania y Rusia.
Incluso las exportaciones a EEUU
crecieron y Grecia incrementó un 80 % sus envíos de lubina fresca en el
primer semestre de 2011, hasta alcanzar las 692 toneladas.
Globefish recuerda que estos pescados se venden mejor en la primera
mitad de año, porque en la segunda se debilitan los precios, ya que
compiten con productos de la pesca extractiva, mientras que a partir de
diciembre "el mercado se endurece con un incremento de demanda y una
reducción de las existencias".
En cuanto a otros mercados
específicos de la Unión Europea (UE), Italia aumentó un 7 % sus
importaciones de lubina y de dorada en el primer semestre de 2011 y su
consumo se ha afianzado, no solo en las pescaderías o supermercados,
sino también en la mayoría de restaurantes que ofrecen pescado fresco en
sus menús.
En Francia, el consumo y las importaciones de
ambas especies cayeron un 4 %, y mientras que creció la compra de
lubina, descendió la de dorada.
El mercado británico, por el contrario, experimentó una subida del 29 % en las compras, con Grecia como primer proveedor.