Según algunos de los aspectos que las organizaciones de consumidores han destacado con motivo de la celebración del Día del Consumidor.
Lograr una mayor claridad en el etiquetado de
alimentos, transparencia sobre el fraude de algunos productos y luchar
contra la publicidad engañosa son algunos de los aspectos que las
organizaciones de consumidores han destacado con motivo de la
celebración del Día del Consumidor.
Las mismas fuentes
han animado a la población a consumir de forma responsable, en el
terreno alimentario, y han precisado que este año los mensajes de dicha
celebración se centrarán especialmente en el ámbito financiero, con el
objeto de que los ciudadanos mejoren su gestión económica.
Las
organizaciones han señalado que la alimentación es uno de los sectores
que menos reclamaciones acumula, por detrás de las compañías de
telecomunicaciones, los bancos, las aerolíneas y los seguros.
El portavoz de la Asociación General de Consumidores (Asgeco), Marcos
Méndez, ha explicado que "todavía existe un cierto temor a
reclamar" en materia de alimentación, y que la mayoría de las peticiones
que llegan a su sede son simplemente consultas, 1.482 en 2011, "de las
cuales sólo un 21 % terminaron en reclamaciones".
Un hecho que
nace de "la falta de información" del consumidor "para reconocer un
etiquetado engañoso o un fraude alimentario", ha argumentado el portavoz
de Facua, Rubén Sánchez.
"El Gobierno debe abogar por la
transparencia informativa para favorecer la seguridad alimentaria y que
el consumidor tenga la información necesaria para reclamar", ha afirmado
Sánchez.
Para el portavoz de la Federación de Usuarios y
Consumidores Independientes (FUCI), Gustavo Samayoa, miembro de la
Agencia Española de Seguridad Alimentaria, "es fundamental que las
administraciones se impliquen en la información de los consumidores".
Samayoa ha subrayado que "España está a años luz de otros países en
materia de consumo de alimentos; ha habido avances en los últimos años,
pero el consumidor debe tener claros sus derechos y obligaciones".
Los fraudes alimentarios más habituales, según estas organizaciones,
se producen en el etiquetado, "ya que muchas empresas intentan engañar a
través de reclamos de salud o dietéticos, que muchas veces no se
corresponden con la realidad", ha apuntado Marcos Méndez.
A su
juicio, "algunas veces encontramos productos que no informan con
exactitud sobre el contenido nutricional, y otros que no lo hacen
debidamente sobre los ingredientes; en este sentido, la nueva
legislación europea sobre el etiquetado ayudará a mejorar esta
cuestión".
Otra de las peticiones de las asociaciones, como
señala la portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios, Ilena
Izverniceanu, es aclarar las diferencias que existen entre consumo
preferente y fecha de caducidad, un objetivo que se ha marcado el
Parlamento Europeo en una resolución aprobada a principios de este año.
"Se tiran toneladas de comida sin necesidad, y esto es un lujo que la
sociedad no se puede permitir", ha afirmado Izverniceanu.
Los
defensores de los consumidores coinciden, además, en que hay dos
factores que están modificando el panorama del consumo alimentario, que
son internet y la crisis económica.
En el caso de los portales
"on-line", permiten a los consumidores comparar precios y ser más
reflexivos en sus compras, a la vez que otorgan accesibilidad a
alimentos singulares, como los específicos para alergias o ecológicos.
La situación económica ha provocado "que muchas empresas ajusten sus
márgenes para no perder cuota de mercado con la crisis", ha asegurado la
portavoz de la OCU, para quien "el consumidor está mejor informado y
tiene muchas opciones para comprar alimentos de calidad a buen precio".
"Llama la atención que el consumo de alimentos no ha caído con la
crisis, sino que ha repuntado, con un consumidor más profesional, que
exige calidad y mejores precios", ha concluido Samayoa.