La Consejería de Medio Ambiente ha invertido 1,7 millones de euros en el desarrollo de tareas de selvicultura preventiva en 15.371 hectáreas forestales.
La Red de Áreas Pasto-Cortafuegos de Andalucía (RAPCA) se
extiende ya por 15.371 hectáreas de terrenos forestales, en las que 451
pastores de los ocho provincias andaluzas y sus más de 200.000 cabezas
de ganado han llevado a cabo trabajos de selvicultura preventiva
orientados a reducir el combustible vegetal de los montes y, con ello,
el riesgo de incendios. Asimismo, la labor de los ganaderos y sus
rebaños en el medio natural ha favorecido la biodiversidad y reducido el
riesgo de erosión y desertización.
Desde que en el año 2005 se puso en marcha este proyecto,
las cifras han ido aumentando, pasando de los cinco pastores y las 1.930
cabezas de ganado que participaron en esta experiencia hasta los 228
pastores y 95.366 cabezas de ganado (entre caprino, ovino y equino y
bovino) que realizaron este trabajo en el medio natural andaluz en 2011.
En estos siete años la Consejería de Medio Ambiente ha invertido unos
1.700.000 euros en una iniciativa que cada año cuenta con más pastores
adscritos y, por tanto, con una superficie de actuación mayor.
Este programa permite que, en las áreas seleccionadas y
mediante el manejo del ganado por un pastor, el paso del ganado
posibilite la disminución de la cobertura vegetal de los cortafuegos,
compuesta por pasto y matorral, reduciendo así el riesgo de incendios
forestales. Los convenios suscritos con los pastores que participan en
esta iniciativa incluyen una prestación económica por sus gestiones, que
se establece en función de los objetivos alcanzados y de las
peculiaridades de cada zona en la que desarrollan su trabajo.
El pastoreo controlado convierte a los ganaderos en
vigilantes permanentes, al tiempo que contribuyen a limpiar el monte de
material combustible, sobre todo en zonas de difícil acceso. La acción
del ganado controlado por los pastores mantiene las áreas cortafuegos,
provocando discontinuidades en las masas forestales e impidiendo la
propagación de los incendios.
El proyecto de pastoreo controlado se inició tras la firma
de un convenio firmado entre el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) y la Consejería de Medio Ambiente para un estudio
conjunto sobre experiencias de control de vegetación mediante ganado, y
comenzó a ejecutarse en el año 2005 en la provincia de Málaga. Desde
entonces ha ido ampliando su área de actuación hacia otras provincias,
configurando la Red de Áreas Pasto-Cortafuegos de Andalucía para cubrir
la totalidad de las provincias andaluzas.
Esta innovadora herramienta de selvicultura preventiva se
sustenta sobre el uso tradicional en los montes, convirtiéndose así en
una de las alternativas más naturales para la realización de trabajos
preventivos en todo el territorio andaluz. El proyecto persigue
igualmente favorecer el desarrollo rural sostenible y el mantenimiento
de la biodiversidad. Esta iniciativa completa los trabajos preventivos
en los montes públicos de Andalucía gracias al recorrido controlado del
ganado por los cortafuegos y otras infraestructuras preventivas, y ayuda
a mantener las mismas sin combustible vegetal mediante una actividad
tradicional en el monte.