Ante la previsión de inicio de campaña en la primera semana de mayo de la patata nueva, las expectativas son muy positivas en el mercado de la exportación, debido a que los países europeos ya están demandando la patata nueva con mayor valor gastronómico que la conservada.
A pesar de sufrir una evolución decreciente
en los últimos años y la crisis general reinante, el sector de patata nueva de
Asociafruit prevé una campaña prometedora, esperando que sirva como punto de
inflexión hacia un periodo positivo de nuevo.
Aunque la reducción de la superficie sembrada
ronde el 10-15% respecto a la campaña pasada, las previsiones de producción son
muy positivas en cuanto a calibre, textura y sabor. A esta óptima oferta
prevista se le suma la esperada llegada de la patata nueva a los mercados europeos.
Esto se debe a que el consumidor europeo sabe apreciar el valor organoléptico,
nutricional y gastronómico superior de la patata nueva o fresca frente a la
patata vieja o conservada.
Lamentablemente, no ocurre lo mismo en el
mercado nacional, por lo que hemos de aunar esfuerzos todos los agentes del
sector para hacerle ver al consumidor estos valores diferenciales que los
convierten en productos distintos defiende Javier Boceta, responsable técnico
del sector de patata nueva de Asociafruit. Y argumenta que cuando el
consumidor europeo rechaza este producto de conservación por su nulo valor
culinario, sea cual sea su precio, en nuestro país chocamos con la guerra de
precios que tienen las cadenas dispuestas a ofertar producto viejo a menor
precio, sin darse cuenta que a la larga ellos también pierden al bajar la
demanda de un producto mediocre.
Esta unión de esfuerzos para la promoción de
la patata nueva frente a la conservada y la confianza en la inteligencia del
consumidor español que no se deja dar gato por liebre, hace que las
expectativas sean más positivas de las que podría esperarse. Además, al
contrario de los que ocurre con otros productos catalogados como delicatesen,
la patata se considera un ingrediente fundamental en la cocina del día a día,
por lo que no se espera que la crisis general actual afecte negativamente a la
demanda de un producto fresco con un precio muy competitivo. Como apunta Javier
Boceta, es posible que con la crisis una familia no se pueda permitir consumir
marisco o caviar, pero las patatas son un producto económico, y es muy distinto
unos huevos fritos con unas patatas frescas que con patatas conservadas, negras
por los azucares acumulados en la cámara de conservación.
A diferencia de la creencia general de la
industria agroalimentaria, para el sector de patata nueva de Asociafruit las
grandes superficies no son el enemigo, sino aliados, ya que el hecho de seguir vendiendo
producto de conservación a bajos precios también les afecta, pues baja el consumo
de patata cuando es de menor valor. De ahí que sostenga Javier Boceta que nuestra
oportunidad estratégica se encuentra en estrechar los lazos entre los distintos
eslabones de la cadena de producción de forma que podamos comunicar sin un
coste elevado los valores culinarios de nuestro producto.
Asimismo, cabe destacar el papel destacado de
Asociafruit en el proyecto de organización del sector nacional de la patata,
siendo la promoción de los valores de la patata española uno de los objetivos
prioritarios.
El sector de la patata temprana de
Asociafruit
El sector de patata temprana englobado en
Asociafruit está compuesto por 15 empresas, englobando a más del 70% de la
producción de patata temprana de Andalucía. Su afán exportador es evidente ya
que representa el 95% de la exportación de patata temprana de Andalucía en los
mercados europeos.