Utiliza el alperujo como fuente natural de hidroxitirosol. Se trata de un compuesto de gran capacidad antioxidante que será utilizado como materia prima en la síntesis de nuevos nitrocatecoles, moléculas con potencial aplicación en el tratamiento del Parkinson.
Investigadores
del departamento de Química Orgánica y Farmacéutica y del departamento de
Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla y del departamento
de Farmacología de la Universidad de Málaga, junto con expertos del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (Instituto de la Grasa e Instituto de
Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición)
utilizarán el alperujo como fuente natural de hidroxitirosol. Se trata de un
compuesto de gran capacidad antioxidante que será utilizado como materia prima
en la síntesis de nuevos nitrocatecoles, moléculas con potencial aplicación en
el tratamiento del Parkinson.
En concreto, la
investigación persigue la preparación y estudio de una serie de nitrocatecoles
derivados de hidroxitirosol (antioxidantes) con una doble finalidad: por un
lado para su uso como ingrediente funcional de alimentos y, por otro, para su
aplicación en el tratamiento del Parkinson. Para ello, los expertos utilizarán
un subproducto de la industria olivarera muy abundante en Andalucía como es el
alperujo, del que se producen más de 4 millones de toneladas al año en esta
Comunidad.
La novedad de la
investigación estriba en la preparación de nitrocatecoles derivados de
hidroxitirosol obtenido de una fuente natural: el alperujo. El hidroxitirosol, está en el olivo de forma natural, pero no está
solo, sino formando una molécula más compleja que se llama oleuropeína. Sin
embargo, la mayor parte de esta sustancia, pasa a las aguas de lavado, sin
quedarse en el aceite, al que sólo pasan aproximadamente el 1 por ciento. Esta
pequeña fracción es suficiente para proteger el aceite de oliva virgen durante
un año de almacenamiento, es decir, tiene un gran potencial antioxidante,
explica a la Fundación Descubre el coordinador del proyecto José Luis
Espartero.
Además de
sustancias antioxidantes, los investigadores obtienen del hidroxitirosol los
denominados nitrocatecoles, compuestos incluidos en los medicamentos contra el
Parkinson. Actualmente, hay tratamientos que utilizan los nitrocatecoles como
inhibidores de la COMT, enzima implicada
en la metabolización de la dopamina, un neurotransmisor cuyo déficit produce la
enfermedad de Parkinson, explica Espartero.
Hasta el
momento, los investigadores han obtenido derivados del hidroxitorosol solubles
en la grasa, es decir, lipofílicos. Un proceso complicado ya que este compuesto
es escasamente soluble en lípidos. Sin embargo, en el aspecto farmacológico,
los estudios son muy incipientes. Obtenemos decenas de nitrocatecoles e
identificar las moléculas concretas para el tratamiento contra el Parkinson es
una meta aún lejana. Es como buscar una aguja en un pajar, sabemos la zona del
pajar donde buscar, pero queda precisar la búsqueda. Por otra parte, aunque podamos demostrar que nuestros nitrocatecoles presentan
dicha actividad inhibidora, su aplicación terapéutica debería esperar hasta
completar diversos estudios farmacológicos y clínicos posteriores, que se
encuentran fuera del marco del presente proyecto, necesarios para la
introducción al mercado farmacéutico de cualquier nuevo medicamento, matiza el
investigador.
El proceso
El hidroxitirosol
necesario como producto de partida para la síntesis de estos nitrocatecoles se
obtiene del alperujo, mediante un procedimiento patentado por el Instituto de
la Grasa. Han desarrollado un método para la purificación del hidroxitirosol
contenido en los residuos de la obtención del aceite de oliva (alperujo) gracias
a la puesta en planta a escala semiindustrial del proceso. El hidroxitirosol se
aísla con una pureza del 95-99% en grandes cantidades, y de manera práctica y
sencilla, con unos costes bajos (0,12 €/g), precisa Espartero.
Una vez
purificado, los expertos del Instituto de la Grasa proporcionan al departamento
de Química Orgánica y Farmacéutica y del departamento de Bioquímica y Biología
Molecular de la Universidad de Sevilla el hidroxitirosol en garrafas. Nosotros
lo secamos y lo transformamos en sustancias derivadas, por ejemplo, éteres.
Este nuevo estado hacen posible su solubilidad en grasa y, por tanto, se pueden
añadir como antioxidante, explica el investigador.
Los expertos
de la Universidad de Sevilla envían estos éteres al Instituto de la Grasa,
donde los añaden a distintos aceites (colza, palma, pescado...) y comparan su
actividad con la de otras sustancias antioxidantes. Asimismo, los éteres se
envían al Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) donde estudian su
actividad biológica como posibles ingredientes funcionales para su aplicación
en alimentos, tras estudiar su estabilidad en los mismos.
Por su parte, el
departamento de Farmacología de la Universidad de Málaga estudia la actividad
farmacológica de los éteres a dos niveles: valoran su efecto cardioprotector y
neuroprotector.