El presidente de la institución supramunicipal, Ignacio Caraballo, ha firmado el documento de adhesión al Manifiesto en Defensa de la Raza Porcina Ibérica, y se convierte en la primera administración pública que pide por escrito el cambio de la actual Norma de Calidad.
La Diputación Provincial de Huelva se ha unido al
Manifiesto del Cerdo Ibérico, que defiende el reconocimiento para el Ibérico y
su entorno de cría, así como su modo de producción extensiva y artesanal, y que
está respaldado cerca de medio centenar de organizaciones, asociaciones
empresariales y de consumidores, cooperativas, consejos reguladores, instituciones
públicas y empresas productoras y transformadoras del sector.
La firma del documento de adhesión al Manifiesto del Cerdo
Ibérico se ha producido en un acto celebrado en la sede de la institución
supramunicipal al que han sido invitados los medios de comunicación, y en el
que ha firmado el presidente de la Diputación,
Ignacio Caraballo ha destacado la importancia y la necesidad
de que la Diputación Provincial de Huelva formara parte de los firmantes del
Manifiesto, que promueve la defensa del sector con sustento en cuatro pilares
básicos, - entorno (la dehesa) raza, manejo y alimentación-, mediante los que
se pretende la protección y puesta en valor de los productos derivados del
cerdo ibérico con el fin de evitar la confusión del consumidor. De este modo,
la Diputación Provincial de Huelva asume como suyos estos objetivos y las
demandas reflejadas en el Manifiesto, entre ellas y a más corto plazo, la necesidad
de modificar la Norma de Calidad y recuperar el prestigio y la pujanza del producto
ibérico que la actual Norma ha destruido por su permisividad hacia ‘sucedáneos’
que compiten de forma desleal y casi fraudulenta.
El presidente ha señalado así mismo que la entidad seguirá
apostando por el sector y pondremos para ello a su disposición de industriales
y criadores toda la infraestructura y todo el apoyo que pueda dar la
institución. De hecho, la Diputación de Huelva apuesta por la pureza de la
raza proporcionando por sorteo a los ganaderos onubenses ejemplares de raza
ibérica criados en sus fincas experimentales, con el fin de conservar y
promover su crianza, entre otras acciones de promoción y difusión de la
identidad sociocultural y económica de la provincia de Huelva.
José Luis García-Palacios, portavoz del Manifiesto, ha
agradecido el apoyo de la Diputación Provincial en el convencimiento de que desde
esta casa se van a impulsar los principios del documento, y esperamos que, con
esta adhesión y las sumas futuras de entidades que ya están comprometidas, el
Ministerio tomará nota y se dará prisa en cambiar la Norma.
García-Palacios ha explicado a los medios de comunicación
cuáles son los objetivos del Manifiesto, en los que se identifican la
protección y blindaje del concepto Ibérico, que no se ciñe exclusivamente a una
cuestión de diferenciación racial o a una u otra nomenclatura, sino que abarca
toda una completa estructura productiva, cultural y medioambiental.
El portavoz del Manifiesto ha recordado el modelo de protección
y diferenciación del que disfrutan otros productos de calidad y prestigio
mundial como el foie, el champagne, o el armagnac, por poner algunos ejemplos,
de la misma calidad e identificación por parte del consumidor que el jamón
ibérico. Los productos del Ibérico, especialmente el jamón, constituyen un
valor en sí mismos, un objeto gastronómico de culto que cada año atrae a miles
de visitantes hasta Andalucía, en cuyas dehesas, como es también el caso de
Extremadura y otras zonas españolas, se concentran las áreas de producción y
transformación más relevantes del territorio nacional.
Con la defensa del producto genuino y auténtico, a juicio de
los firmantes del Manifiesto del que ahora forma parte también la primera
administración pública que apoya por escrito los principios del documento, gana
el prestigio de un sector, el del ibérico, que genera riqueza y puestos de
trabajo. Pero sólo crecerá y sobrevivirá a la crisis interna actual del propio
sector si consigue escapar de la mediocridad y ofrece legitimidad,
diferenciación, exclusividad y la ma yor de las calidades.
Para los firmantes del Manifiesto, el producto ibérico es el
que surgido de cerdos de raza ibérica, aún el caso de ser cruzados, - lo que
debería ser netamente identificado-, y criados y alimentados en las dehesas. Se
trata, en definitiva, del reconocimiento de los cuatro factores vitales que
hacen que un cerdo ibérico criado en extensivo produzca un jamón que se
diferencia ostensiblemente de cualquier otra producción porcina, y que es asociado
por los consumidores a un producto de la mayor calidad, además de ostentar el más
alto reconocimiento gastronómico a nivel mundial.
Para garantizar estos factores, los firmantes exigen el
establecimiento de mecanismos que garanticen el modo de producción del ibérico
en extensivo en las dehesas y de distinguir claramente ante el consumidor unos
productos de otros, evitando una confusión que entienden como fraude y que no
hace otra cosa más que devaluar precio y prestigio del producto de mayor
calidad.