Concluye un estudio presentado en la capital navarra por la jefe de pediatría del Hospital Dr. Peset de Valencia.
El consumo de cerveza sin alcohol puede
optimizar la capacidad antioxidante de la leche materna, según concluye
un estudio presentado en la capital navarra por la jefe de pediatría
del Hospital Dr. Peset de Valencia, Pilar Codoñer.
Esta
investigación ha estudiado a 80 madres lactantes, de las que la mitad
seguían una dieta habitual ya a la otra mitad se les suplementó su dieta
con dos cervezas sin alcohol al día durante 30 jornadas.
"Hemos determinado la capacidad antioxidante de la leche materna en tres
momentos diferentes de la lactancia en función de su estado
madurativo", al inicio o leche calostral, a los 15 días o leche
transacional y al mes del inicio de la lactancia, cuando la leche se
denomina madura, ha dicho.
Y ha añadido que se ha observado
"una disminución de la actividad antioxidante a medida que la leche
humana va madurando", pero "las madres lactantes que habían suplementado
su dieta con cerveza sin alcohol manifestaron un descenso menor y más
lento".
Según la especialista, de hecho se ha comprobado que
enriquecer la dieta de las madres lactantes con cerveza sin alcohol
"aumenta hasta un 30 por ciento la capacidad antioxidante de la leche
materna".
Asimismo, la investigación ha concluido que las
madres que habían seguido la dieta suplementada con cerveza sin alcohol
presentaban "un menor daño en la oxidación celular, así como un aumento
antioxidante, tanto en su sangre, como en su orina".
En el
estudio también se ha analizado la oxidación celular en la orina de los
niños en tres etapas: al nacer, a los 15 días y a los 30 días de vida y
los resultados en la orina muestran que en el momento del parto los
niveles de marcadores de estrés oxidativo están aumentados y van
descendiendo a medida que avanza la lactancia.
Para Pilar
Codoñer, "los niveles de oxidación celular resultaron menores en la
orina de los niños cuyas madres siguieron la dieta suplementada con
cerveza sin alcohol".
Por eso, tras subrayar que la leche
materna es "el alimento idóneo" para la alimentación del bebé, ha
subrayado que "el aporte de cerveza sin alcohol cumple los requisitos de
ser un producto natural, que incrementa el poder antioxidante de la
leche humana y que disminuye el estrés oxidativo en el niño lactante".
Y es que muchas sustancias y, en particular, aquellas derivadas de
los nutrientes, presentan un efecto antioxidante, por lo que la
transferencia a través de la leche materna de estas sustancias es para
Codoñer "fundamental para mejorar las defensas del bebé a la agresión
oxidativa".
Los antioxidantes naturales se encuentran
presentes en la fruta, la verdura y los cereales, así como en la cerveza
a través de la malta (cebada) y el lúpulo con los que ésta se elabora.