Las actuaciones habituales se refuerzan durante los meses de primavera y verano, cuando se establece una especial vigilancia coincidiendo con la pesquería de atún rojo.
El
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la
Secretaría General de Pesca, mantiene el seguimiento constante de todas
las flotas, incluidos los buques de pabellón chino, que operan en las
zonas de pesca del atún rojo en el Mediterráneo, en coordinación con la
Agencia Europea de Control de la Pesca.
España
estableció en 1997 la Zona de Protección Pesquera en el Mar
Mediterráneo, donde se marca un área de pesca que se extiende hasta las
líneas equidistantes con otros países ribereños y la frontera marítima
con Francia. Desde entonces, España mantiene el control e inspección de
la zona marítima al objeto de verificar e impedir la pesca ilegal o no
autorizada en estas aguas.
Estas
actuaciones habituales se refuerzan durante los meses de primavera y
verano, cuando se establece una especial vigilancia coincidiendo con la
pesquería de atún rojo. En la actualidad, el control de esta pesquería
se lleva a cabo en el marco de un plan de recuperación de esta especie
que conlleva la actividad de inspección y vigilancia de las actividades
pesqueras en aguas de soberanía y jurisdicción españolas.
En
este sentido, el control y vigilancia de la pesquería se extiende a las
actividades de los buques pesqueros en general, con independencia de su
pabellón, para verificar el cumplimiento de la normativa vigente.
Dichas actuaciones consisten en el control de las actividades de
capturas de atún rojo con destino a granjas de engorde; cerqueros
durante las transferencias de atún y control de remolcadores
transportando las jaulas tras la transferencia.
Asimismo,
las actuaciones de control y vigilancia también conllevan la
verificación de la documentación de las cantidades de pesca a bordo,
transferidas, transbordadas o transportadas; comprobación de la
prohibición de uso de redes de malla a la deriva; el impedimento de la
actividad de pesca extractiva a buques de terceros países en aguas
españolas, y control de la talla mínima de captura del atún rojo, entre
otras.
Para
llevar a cabo estas actuaciones, existe un Acuerdo Conjunto de los
Ministerios de Defensa, y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
sobre la inspección y vigilancia de las actividades de pesca marítima,
firmado en 1988. Mediante este acuerdo, la Armada opera con los
patrulleros de altura Alborán, Arnomendi y Tarifa, con base en
Cartagena, que controlan de manera habitual las aguas marítimas
españolas del Mediterráneo.
Asimismo,
el Ministerio de Agricultura y el Ministerio del Interior suscribieron
en 1997 un Acuerdo marco para el control, inspección y vigilancia de las
actividades de pesca marítima, por el que patrulleros ligeros de la
Guardia Civil llevan a cabo misiones de control, inspección y vigilancia
pesquera en el Mediterráneo
Para
la vigilancia de la zona de protección pesquera también se dispone del
avión Roche, que opera con regularidad desde los aeropuertos del litoral
peninsular de Levante y Baleares, así como los helicópteros Alcotán,
que realizan su vigilancia tomando como base principal los aeropuertos
de Alicante, Valencia, Reus, Palma de Mallorca e Ibiza.
Asimismo,
durante los días de máxima actividad de la pesquería de atún rojo,
España participa en el Plan de Despliegue Conjunto para el control e
inspección de la pesquería de atún rojo en el Mediterráneo con otros
Estados miembros ribereños, todo ello coordinado por la Agencia Europea
de Control de la Pesca.
En
aquellas ocasiones en que se detectan infracciones relativas a pesca
ilegal, se procede al apresamiento del buque infractor y su desvío a
puerto.
Esta
labor, que desarrolla habitualmente la Secretaría General de Pesca, se
realiza con independencia de las denuncias realizadas por la asociación
ecologista WWF, si bien esta Secretaría General agradece la información
suministrada, y anima a las ONG a que presenten información veraz sobre
posibles incumplimientos.