Un estudio de la Universidad de Navarra realizado a lo largo de cinco años sobre 11.000 personas, demuestra que aquellas que consumen más fibra presentan menos riesgo de ganar peso. Esta es la principal conclusión que se desprende de un estudio realizado por los expertos de la Universidad de Navarra Miguel Angel Martínez-González, Maira Bes Rastrollo, Almudena Sánchez-Villegas, Carmen de la Fuente Arrillaga y Alfredo Martínez.
La investigación, enmarcada en el proyecto SUN de la Facultad de Medicina, se ha publicado recientemente en la revista estadounidense "Nutrition", y en ella se valoran, entre otros factores, la dieta, la actividad física durante el tiempo de ocio, el consumo energético total, el tabaco y el cambio de peso.
Según los investigadores, entre las principales ventajas que proporciona la fibra al organismo destacan la de impedir el desarrollo de resistencia a la insulina, un hecho clave en la obesidad, y la prevención de niveles altos de colesterol, reduciendo el riesgo de diabetes, hipertensión y enfermedades coronarias.
La investigación también confirma que los alimentos que aportan mayor cantidad de esta sustancia son: frutas y verduras (especialmente las naranjas), manzanas, zanahorias, lechugas, espinacas, acelgas y guisantes; todos ingredientes básicos de la tradicional dieta mediterránea.
Según señala el director del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Miguel Ángel Martínez-González, la ingesta de frutas y verduras (en sustitución de otros alimentos) se asocia a un descenso de la ganancia de peso. También apunta que la presencia de fibra es mayor entre las personas de más edad, las que realizan ejercicio físico, los no fumadores y los que no comen entre horas.
Según muestra el trabajo, las mujeres consumen más fruta y verdura que los hombres, lo que explicaría que el 38 por ciento de los hombres estudiados experimentó un incremento de peso de al menos 3 kilos durante el tiempo de seguimiento frente al 29 por ciento de las mujeres.
