Juan Antonio Morales Gonzalez
Universidad de Huelva
Andalucía Investiga
Investigadores de la Onubense, liderados por Juan Antonio Morales,
profundizan en los factores que controlan la dinámica sedimentaria en el
estuario del río Guadiana y, por extensión, de la Costa de Huelva y la
respuesta del estuario y de las playas al cambio en estos factores que ha
supuesto la puesta en funcionamiento de la presa de Alqueva.
La construcción de 44 embalses en la parte española de la
cuenca hidrográfica del río Guadiana desde 1950 hasta la fecha ha tenido
consecuencias sobre el funcionamiento dinámico del estuario. Antes de la
construcción de la presa de Alqueva, el estuario había alcanzado un equilibrio
dinámico en el que la reducción de caudales se solventaba con un desplazamiento
hacia el norte de la zona de interacción de aguas dulce y salada. Sin embargo,
es ya evidente la falta de aportaciones de agua dulce al estuario, lo que ha
comenzado a repercutir de forma negativa por la salinización del tercio inferior
del cauce del río, así como el desplazamiento aún más hacia el norte de la zona
de mezcla.
La puesta en funcionamiento de la presa de Alqueva el 8 de
febrero de 2002 y la construcción del embalse de regulación de Pedrogao, en el
tercio final del cauce del Río Guadiana, ha suscitado viva polémica en
distintos colectivos sociales. Como muestra de ello, existen 129 páginas web
destinadas al manifiesto de desacuerdos sobre los aspectos negativos del
programa. Son bien conocidas las dificultades hídricas que ambos países
atraviesan periódicamente y que en el caso del Bajo Alentejo portugués alcanzan
carácter secular. Teniendo en cuenta este hecho, la sensibilización sobre el
tema del agua es claramente comprensible y se hace patente la necesidad de una
solución a los problemas de abastecimiento de agua.
Por otro lado, es necesario destacar el enorme desarrollo
turístico que experimenta la provincia de Huelva (desarrollo urbanístico del
entorno de Isla Canela y planes de desarrollo de Islantilla, El Rompido y Punta
Umbría), y el elevado valor ecológico y social de las marismas existentes en
ambas orillas del tramo final del río Guadiana. "No obstante, las principales
críticas al estudio de impacto ambiental de la presa de Alqueva, se centran en
el hecho de no haber contemplado en ningún caso las consecuencias que tendrán
sobre el estuario y sobre la costa onubense, tanto el descenso de caudales como
el decrecimiento del volumen de sedimentos que supondrá la construcción de la
presa", asegura el investigador de la Onubense, Juan Antonio Morales González, quien
trabaja en la evaluación y cuantificación de todos estos efectos negativos que
tendrá sobre el estuario la reducción de caudales. "Dada la importancia
económica que para la provincia de Huelva tienen la agricultura intensiva y el
turismo costero, y la densidad de población que se encuentra en toda esta zona,
consideramos que se debería prestar una especial atención a dicho tema, sobre
todo si vuelven a repetirse las condiciones de déficit pluviométrico que en el
suroeste Ibérico responden a un ciclo que se repite cada 9 años", asegura
el investigador.
González considera que no hay que perder de vista que en las
condiciones naturales, "en el sistema deltáico de la desembocadura del
Guadiana se han depositado durante el período Holoceno 500.000 metros cúbicos
anuales de arena. Por otra parte, también es necesario indicar que la deriva
litoral en la costa de Huelva se estima en 340.000 metros cúbicos
de sedimento, que es transportado de Oeste a Este a lo largo de la costa".
La propia dinámica litoral se encarga de alimentar este
proceso de sedimentación, ya que esta arena es aportada tanto por el oleaje
desde los acantilados portugueses como por el propio río Guadiana, sin que
hasta la fecha exista una estimación fiable sobre la cantidad de material que
aportan cada una de las fuentes. Sin embargo, se debe considerar que los
aportes de la parte lusa ha dejado de llegar a la Costa de Huelva, al quedar
retenidos en el espigón de Vila Real do Santo Antonio. Y prueba de ello es que
desde su construcción la playa de Isla Canela ha sufrido un proceso de
regresión y ha debido ser regenerada. "Teniendo en cuenta estas
consideraciones, no debería haberse reducido aún más el aporte sólido del Río
Guadiana, ya que un déficit de arena se reflejará en una erosión de las playas
de la costa de Huelva", argumenta.
Los expertos de la Onubense desarrollan campañas sobre el terreno
para evaluar la nueva dinámica del estuario una vez sometido al déficit
sedimentario que supone la presa
Los expertos de la Onubense desarrollan campañas sobre el terreno
para evaluar la nueva dinámica del estuario una vez sometido al déficit
sedimentario que supone la presa
Cálculo de sedimentos
A pesar de estos cálculos es necesario hacer notar que, en
el informe de impacto de la presa, la mayoría de los cálculos de aporte fluvial
se efectuaron en base a ecuaciones para el cálculo de la capacidad potencial de
transporte de las corrientes del río y no sobre valores reales de medida sobre
sedimentos transportados en carga de fondo, de las cuales sólo se hicieron
algunos registros para la elaboración del modelo hidrodinámico unidimensional
utilizado. "Sería pues conveniente, realizar una cuantificación del aporte
sedimentario actual del río con mediciones reales. Asimismo, sería conveniente
cuantificar la cantidad de sedimento retenido en el embalse de Alqueva. Ello
nos daría una valoración realista de la situación sobre la que poder determinar
numéricamente el déficit sedimentario causado por la presa y así realizar
previsiones sobre el posible efecto erosivo en la costa onubense e incluso su
cuantificación económica", aclara.
Sin embargo, los elementos de afectación sobre el medio
natural, puestos de manifiesto en dicha memoria, no fueron estudiados y hoy día
se desconoce todavía en gran medida el impacto que la construcción del complejo
Alqueva tendrá sobre la costa onubense. El proyecto de excelencia plantea el
estudio de los posibles problemas relacionados con la pérdida de caudal del río
Guadiana y la pérdida de aporte sedimentario a partir de la puesta en
funcionamiento de la presa.
En los últimos dos años, el grupo de geología costera ha
venido realizando campañas de estudio sobre el terreno financiadas por este
proyecto de excelencia, a fin de evaluar la nueva dinámica del estuario una vez
sometido al déficit sedimentario que supone la presa. Estas campañas han ido
destinadas a conocer el flujo de sedimentos desde el estuario a la costa,
mediante el empleo de técnicas como el Sonar de Barrido Lateral o los medidores
de corrientes por efecto Doppler. Del mismo modo, se está llevando a cabo un estudio
de la evolución de la línea de costa en relación con el desplazamiento hacia
tierra de los bajos de la desembocadura que está teniendo lugar desde la
construcción del embalse. "En los próximos meses se llevarán a cabo las
últimas campañas de campo y comenzará el análisis de la información que
permitirá evaluar la respuesta de nuestra costa ante la acción del
hombre", adelanta Morales.