Investigadores del área de Química Analítica y del área de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de Almería analizarán los suelos agrícolas de la provincia para determinar qué contaminantes y residuos procedentes de la agricultura intensiva pueden permanecer a lo largo del tiempo en las parcelas.
Universidad de Almería
Andalucía Investiga
Desde hace varias décadas las prácticas agrícolas de amplias zonas del
litoral Andaluz se basan fundamentalmente en la agricultura intensiva bajo
plástico caracterizada por un consumo elevado de productos fitosanitarios y
fertilizantes, destinados al control de malas hierbas, combatir plagas y
enfermedades o regular el crecimiento. Asimismo, este modelo implica la
generación de desechos plásticos y orgánicos.
No obstante, hoy se impone el paso a un modelo agrícola denominado de manejo
integrado de cultivos, en el que los fitosanitarios autorizados se reducen y
restringen a épocas concretas del desarrollo de la planta, en concreto, en los
primeros estadios para obtener productos libres de residuos y evitar así la
contaminación del suelo y las aguas.
Sin embargo, en este proceso de cambio, la posible contaminación de los suelos
derivada de prácticas agrícolas anteriores constituye un riesgo, ya que los
residuos y/o contaminantes que puedan permanecer en el suelo pueden afectar al
fruto en el nuevo sistema de producción agrícola. De ahí que investigadores del
área de Química Analítica y del área de Edafología y Química Agrícola de la
Universidad de Almería estén
analizando los suelos agrícolas de la provincia para determinar si
contaminantes y residuos de plaguicidas procedentes de la agricultura
intensiva permanecen a lo largo del tiempo en las parcelas. Se trata de un
proyecto de investigación de excelencia, que la Junta de Andalucía financió
con 200.000 euros.
El estudio permitirá a los agricultores conocer en su caso qué plaguicidas y
contaminantes orgánicos contienen sus terrenos. Asimismo, la información podrá
ser empleada por las administraciones públicas para una valoración de riesgos
en los suelos y posteriormente para describir los mecanismos de transporte de
la contaminación. De igual forma, la información obtenida podrá ser de gran
utilidad para la elaboración del inventario de suelos contaminados por parte
de la
Administración Pública, explica la responsable del
proyecto, Antonia Garrido Frenich.
Plaguicidas
y contaminantes orgánicos
En concreto, los expertos están evaluando la contaminación de suelos agrícolas,
por residuos de plaguicidas y contaminantes orgánicos, de la provincia de
Almería dedicados a agricultura intensiva, así como el seguimiento de la
evolución de la contaminación de los mismos en los sistemas suelo, planta y
fruto, durante las dos primeras campañas tras aplicar prácticas de manejo
integrado de cultivos.
Según destacan los investigadores de la UAL, no hay ningún estudio
sobre la caracterización de la contaminación por compuestos orgánicos en los
suelos de la provincia de Almería. Tampoco existen datos relativos a tiempos
de permanencia en suelos de estos contaminantes, subraya Garrido Frenich y
añade que esta falta de información sobre cuánto tardan los plaguicidas en
degradarse/transferirse origina que puedan seguir apareciendo residuos de los
mismos en frutos y plantas, durante las primeras campañas posteriores al cambio
en el sistema de producción agrícola.
Hasta el momento, no existen en Europa métodos
estandarizados para la determinación de compuestos orgánicos en suelos. No
obstante, los expertos aplicarán técnicas avanzadas de análisis que presenten
unos bajos límites de detección, para así detectar pequeñas cantidades de los
compuestos, así como una gran selectividad dada la complejidad de la matriz del
suelo.
Estos métodos,
basados en técnicas cromatográficas acopladas a detectores de espectrometría de
masas, identifican, cuantifican y confirman la presencia de un compuesto por lo
que, según los investigadores, ofrecen una gran fiabilidad. En concreto, se
analizarán muestras compuestas de suelo de 40 parcelas invernadas seleccionadas
en la zona del poniente almeriense, en las que se controlará además la
presencia de residuos de plaguicidas en el agua de riego, así como en las
enmiendas orgánicas (ejemplo compost) adicionadas al suelo, una vez implantadas
las nuevas prácticas de manejo integrado de cultivos.
Con este estudio, además de caracterizar el grado de
contaminación por compuestos orgánicos en suelos agrícolas de invernaderos de
la provincia de Almería, se obtendrá información de los procesos de
eliminación/degradación de los residuos y/o contaminantes en suelo tras
aplicación de prácticas de control integrado de los cultivos y cómo se ven
afectados los cultivos resultantes de estas nuevas prácticas agronómicas
procedentes de anteriores usos del suelo. Ahora, las prácticas de producción
integrada implican controles periódicos de plaguicidas, en los que el
agricultor controla que éstos no superen los límites establecidos, matiza la
investigadora.