CSIC
Consejo Superior de Investigaciones
Científicas
Un
equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) ha desarrollado una nueva metodología de predicción
de corrientes marinas basada en algoritmos que combinan los datos
suministrados por los satélites espaciales y planeadores submarinos
autónomos (gliders). Este avance científico proporciona una visión en
tres dimensiones de los océanos. El estudio ha sido publicado en la
revista Journal of Geophysycal Research-Oceans.
Esta
investigación aporta una herramienta mucho más eficiente para el
cálculo de la velocidad de las corrientes, especialmente en las zonas
cercanas a la costa, donde los datos recogidos por satélite presentan
una baja precisión. La herramienta se obtiene al aplicar una alta
frecuencia de muestreo en el glider a lo largo de la ruta del
satélite, destaca la investigadora del CSIC Ananda Pascual, que
trabaja en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (centro
mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares).
En
la actualidad, los satélites aportan información de la superficie
oceánica (temperatura, nivel del mar, rugosidad, oleaje, concentración
de clorofila, etc.,), mientras que los gliders muestrean las capas
subsuperficiales del mar, hasta los 1.000 metros de profundidad. La
combinación de ambos permite obtener una imagen en tres dimensiones del
océano, más precisa e ilustrativa para la interpretación de los datos.
Hemos
aplicado además una nueva metodología para calcular la velocidad
absoluta del glider, utilizando la velocidad de deriva de las
posiciones obtenidas por GPS cuando el planeador está en superficie,
una variable complementaria que no se ha explotado plenamente en
estudios previos, señala Jérôme Bouffard, autor principal del
artículo, que trabaja junto a Pascual. La visión sinóptica de la
teleobservación durante las misiones que el planeador submarino ha
realizado sugiere una imagen más detallada de las características de
pequeña escala de la zona costera, lo que desempeña un papel clave en
la medición de los intercambios y el transporte de calor y otras
propiedades biogeoquímicas de toda la cuenca puntualiza Bouffard.
Colaboración con la NASA, la ESA y el CNES
El
equipo de investigación trabaja, desde hace cuatro años, en un programa
de observación intensiva de la zona del Mar Mediterráneo limítrofe con
las Islas Baleares con el objetivo de combinar el uso de gliders y de
la altimetría por satélite. Pascual es la investigadora principal de
este programa, financiado por la Unión Europea y enmarcado dentro de
una iniciativa internacional de la NASA, CNES (Agencia Espacial
Francesa) y ESA (Agencia Espacial Europea) dedicada a la mejora de las
mediciones vía satélite del nivel del mar y corrientes asociadas en
zonas próximas a la costa.
El
objetivo de nuestra línea de investigación es mejorar el conocimiento
científico para entender y predecir cómo responde el ecosistema marino
a cambios en el sistema climático. Los movimientos verticales de
corrientes marinas juegan un papel clave en los intercambios de calor,
agua y trazadores biogeoquímicos entre la superficie y las capas
profundas del océano, explica Simón Ruiz, responsable de la unidad de
gliders del instituto balear.