Se trata el primer caso en España ¿y uno de los pocos en el mundo¿ en que se consigue la reproducción en cautividad de la merluza europea, un objetivo largamente buscado por su importancia para la acuicultura y para disminuir la presión pesquera sobre las merluzas salvajes.
El primer laboratorio submarino de España, el Observatorio Submarino Expandible (OBSEA), instalado a tres millas de la costa de Vilanova i la Geltrú, en Barcelona, a 20 metros de profundidad, transmite en tiempo real a los laboratorios de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) series de datos recogidos en el suelo marino, lo que permite estudiar el fondo del Mediterráneo a través de Internet.