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Asaja ha reclamado a las administraciones la necesidad de que se sufrague a los ganaderos el coste de las vacunas que obligatoriamente han de poner a la cabaña de ovino y bovino tras detectarse focos de lengua azul en las provincias de Huelva, Málaga y Cádiz.

Después de que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural haya activado el protocolo establecido tras la detección de dichos focos se ha procedido a la inmovilización del ganado, más de 230.000 cabezas en las tres provincias, para que sean vacunadas hasta el próximo 31 de mayo, según establece la normativa europea.

La diferencia con otras ocasiones en las que ha aparecido esta enfermedad es, según ha explicado en declaraciones a los periodistas el presidente de Asaja-Huelva, que "en este caso el coste de la vacuna tiene que salir teóricamente del bolsillo de ganadero, cuando estamos en el momento, sobre todos los extensivos, de pensar si cerramos las explotaciones o seguimos aguantando a que vengan tiempos mejores".

García-Palacios ha precisado que sólo el coste de vacunación en las tres provincias rondaría el millón de euros, algo a lo que hay que sumar los gastos de maneja y las pérdidas que va a provocar la inmovilización del ganado. "La vacuna es la medida obligatoria que se nos exige para poder comercializar y para desarrollar nuestra actividad con normalidad, sin embargo en esta ocasión vuelve a hacerse presente la orfandad a la que se nos somete desde las administraciones a los ganaderos, sobre todo a los extensivos", ha dicho.

Asimismo, ha indicado que se trata de una medida "puramente administrativa", ya que "la enfermedad es inocua para el ser humano en cualquier proceso y sólo afecta al ganado, y en índice de mortandad muy baja provocando algunas pérdidas de aborto sobre todo en ovino".

En su opinión, es "injusto" que el ganadero tenga que afrontar su coste es como "una especie de suicidio hacia la ganadería extensiva", por ello ha pedido a las administraciones "un poco de conciencia y sentido común para no tirar por la borda una joya ya no sólo de la gastronomía sino de las conservación del medio natural".

Por ello, ha indicado que se aprovechará desde la organización hasta el próximo 31 de mayo para "reclamar lo que entendemos que es justo que se nos sufraguen las vacunas y lo haremos en nombre de todos los ganaderos de Andalucía y de las zonas afectadas" porque "lo que hasta ahora tenemos claro es que lo que hemos conseguido es verle la espalda a la administración en este sentido".