Los últimos años no han sido fáciles para los mariscadores de la chirla en el Golfo de Cádiz
Si hay algo caracteriza al sector pesquero del Golfo de Cádiz es la consciencia sobre la importancia de sus recursos y de su buena gestión para garantizar su futuro, por lo que la mayoría de las pesquerías tienen un plan de regulación, y las que no, como la de la chirla, claman por uno en aras de su supervivencia.
Los últimos años no han sido fáciles para los mariscadores de la chirla de este caladero compuesto por casi centenar de barcos de draga hidráulica con base en Punta Umbría e Isla Cristina (Huelva) y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
Desde noviembre de 2011, cuando iniciaron un primer amarre indefinido para reclamar un cambio en la talla mínima de captura de 25 a 24 centímetros, las reivindicaciones han sido constantes, algunas atendidas y otras no, pero todas ellas con el mismo objetivo de lograr una mejor gestión de la pesquería conscientes de que son ellos mismos los más interesados en cuidar el recurso.
Incluso llegaron a crear a mitad de 2012 la Organización Profesional de Productores (OPP) 'Chirla de Andalucía' para concentrar la oferta y ganar rentabilidad, pero la verdad es que, como reconoce el portavoz de la chirla en el Golfo de Cádiz, los logros conseguidos en los últimos años "no servirán de nada" si no se dota a la pesquería, por parte de la Junta, de un Plan de Gestión y no se actúa contra el marisqueo ilegal. Ha explicado que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural "cuenta ya con un borrador del plan, elaborado por el sector a petición de la propia administración autonómica", sin embargo, "a pesar de la insistencia" porque se realizara ahora no se les da una respuesta y no se abre una negociación.
Por ello, ha exigido a la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras, y a la directora general del ramo, Margarita Pérez, que "reciban de una vez a los representantes del sector y se inicie una negociación que no llega pese a que hemos demostrado ser un sector responsable que se está viendo seriamente perjudicado por los que no cumplen las normas". Núñez ha destacado que entre los principales puntos del plan de gestión remitido a la Consejería se encuentra la necesidad de regular que el barco que pesca chirla se dedique exclusivamente a esa pesquería. "Del mismo modo que hay casi 100 dragas hidráulicas en el Golfo de Cádiz con licencia para pescar sólo chirla, que el que opte por esta pesquería se dedique solo a ella y no se siga dando lo que ocurre con los rastros remolcados que la capturan cuando están caras o fallan otras pesquerías, porque eso nos perjudica", ha dicho.
Asimismo, el sector aboga por que se instauren como únicos puertos de descarga de capturas los onubenses de Punta Umbría e Isla Cristina y el gaditano de Sanlúcar, que son los representativos de la pesquería, ya que "se descargan chirlas en otros puertos que no se declaran por lonja, por lo que se está cometiendo fraude fiscal, al tiempo que evaden los controles".
Por último, entienden que es el propio sector, representado a través de la OPP, el que, junto con la administración, imponga la tara máxima por embarcación que han de respetar, según la ley, los que están dentro y fuera de la OPP.
"Es necesario que se ponga en marcha cuanto antes el plan, desde la OPP estamos luchando por nuestro futuro, por producir chirla en las mejores condiciones y por la sostenibilidad del caladero y si no se actúa se nos irá de las manos y cuando falte la chirla se culpará de nuevo al marinero y no a tanto depredador que actúa al margen del sector", según Núñez.
En definitiva, solo claman por una gestión regularizada que garantice su supervivencia y regularice definitivamente su actividad extractiva y que actúe contra aquellos que ilegalmente esquilman el recurso, contribuyendo a la explotación sostenible y posibilitando a los armadores afrontar el reto de la comercialización y la fijación de precios competitivos.
